Saura pide a los empresarios que apuesten por el modelo de sociedad ecológicamente sostenible

¿Qué ha de ser Cataluña dentro de 20 o 30 años, una sociedad de servicios o una sociedad industrial? Si ha de ser una sociedad industrial, ¿de qué tipo de industria? El presidente de Iniciativa per Catalunya Verds, Joan Saura, planteó ayer estos interrogantes ante un auditorio cualificado, el Círculo de Economía. No lo dejó todo en interrogantes. Expuso sus respuestas y pidió a los empresarios que se pongan al frente de las transformaciones y apuesten por un modelo de sociedad sostenible desde el punto de vista social y ecológico.

Si se prevé que dentro de 20 años la mayor parte de la energía será de tipo renovable, ¿por qué no apostamos ya ahora por este sistema de producción energético?, dijo Saura. ¿Cómo puede ser que Alemania produzca más energía solar que España? Éstos eran ejemplos de lo que Saura planteó como necesidad urgente de adoptar decisiones sobre el modelo de desarrollo que definir para Cataluña.

Saura propuso que el modelo de desarrollo se fije a través de un pacto por la sostenibilidad entre los agentes sociales y económicos y el Gobierno catalán. Explicó que hay dos alternativas. Una sería la "modernización" del modelo actual, que caracterizó como la conversión de Cataluña en pista de aterrizaje de multinacionales atraídas por un bajo coste de la mano de obra y unas exigencias medioambientales reducidas. La desechó, puesto que a su juicio es el modelo que ha creado una sociedad con un alto grado de exclusión social y unos costes ecológicos insostenibles. La otra alternativa es, según el líder de ICV, la de optar por la industria limpia, el mercado verde, la nueva cultura de agua, una modelo de movilidad basado en el transporte público, la apuesta por el ferrocarril.

Saura afirmó, ante una audiencia constituida por dirigentes empresariales, que Cataluña está claramente en un final de ciclo político y se mostró convencido de que en las elecciones autonómicas habrá un cambio de mayoría en el Parlament. Los tres últimos años de gobierno han sido un "tiempo perdido para Cataluña", dijo, "como lo fueron en España los tres últimos de González". Es un tiempo en el que no se ha hecho nada para decidir si Cataluña se inclina por el modelo social europeo o sigue la deriva hacia el modelo estadounidense impulsada por el PP y sus aliados.