Las centrales deciden mañana el calendario de movilizaciones

Los trabajadores de Babcock Borsig España no van a dejar que su empresa desaparezca sin pelear. Mañana inician un camino de movilizaciones con un doble objetivo: no dejar que la SEPI "salga de rositas" de una posible liquidación de la empresa y hacer que el Gobierno vasco se implique y no se inhiba, como creen que ha hecho hasta ahora. En la mente de todos está el cierre de Mecánica de la Peña, el antaño competidor de Babcock en el sector de bienes de equipo.

El accionista alemán Borsig carece de recursos para relanzar Babcock, después de que su propia crisis le llevara a suspender pagos el 5 de julio pasado, con un pasivo de 800 millones. Borsig ha asegurado a la SEPI que la empresa vasca sólo tiene carga de trabajo para dos meses y que su fondo de maniobra se limita a 80 millones. La división de válvulas cuenta con más pedidos, lo que alargaría su ocupación hasta los nueve meses.

La conclusión del experto fichado por Borsig, Roland Berguer, es que hay que aligerar plantilla en un 61,5%, lo que supone, sobre los 650 trabajadores que tiene en la actualidad, un excedente laboral de 400 personas.