Aznar acusa a la oposición de querer "ganar en la calle lo que no se gana en las urnas"

"Tal vez algunos piensen que una democracia consiste en intentar ganar en la calle lo que no se gana en las urnas", les dijo ayer José María Aznar a los candidatos del PP a alcalde, de las capitales de provincia, reunidos en la sede central del partido en Madrid. Aclaró que eso no es lo que hace el PP, sino los grupos que "no están respetando las reglas entre candidatos y entre partidos" y han "desatado un gran ruido y estruendo" contra el Gobierno. En definitiva, quienes han "creado un clima para que surja el acoso al PP" y quienes muestran "falta de respeto a las reglas de comportamiento democrático". ¿Y quiénes son? "Nuestros adversarios socialistas y comunistas", aclaró Aznar.

El PP había organizado en su sede central de Madrid una reunión con sus alcaldes y candidatos a las principales ciudades españolas. Estaba previsto que el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, y el secretario general, Javier Arenas, se encargaran de dar ánimos a todos ellos para las elecciones municipales y autonómicas del 25 de mayo.

Pero como ya ocurrió la víspera de la cumbre de Azores en un acto sobre Irak, el presidente del Gobierno acudió a la clausura. Lo hizo aparentemente por sorpresa y con el fin de lanzar media docena de mensajes a los suyos y un par de ellos a la oposición.

- Los mensajes. El primero fue para el PSOE e IU, y consistió en acentuar las acusaciones contra ambos por el "acoso" que, según se quejó, soportan los candidatos del PP en respuesta a la posición del Gobierno sobre la guerra.

Después vinieron los mensajes de ánimo a sus candidatos. Les dio la "enhorabuena" por la "lección ejemplar de civismo y de respeto a las reglas de la democracia" con que, a su juicio, están encarando "estos momentos difíciles". Les dijo que "son millones" los ciudadanos que "están indignados con lo que está sucediendo", aunque no se note porque son de los que "no gritan, no chillan, no tiran piedras y no insultan", pero son "la mayoría y quieren una convivencia democrática tranquila, en la discrepancia o en el acuerdo". Les reclamó que, "pese al estruendo", defiendan sin desmayo el programa electoral para el 25-M, y les agradeció que hayan puesto en marcha, ayer mismo, una iniciativa para que los ayuntamientos del PP sean los que más ayuda humanitaria dediquen a los damnificados por la guerra.

Por último, y con especial énfasis, dedicó un mensaje al PNV. Se felicitó por la sentencia unánime del Tribunal Supremo para ilegalizar Batasuna y reclamó a "todos los que tienen que ejecutar esta sentencia que la ejecuten estrictamente en los términos en los que ha determinado el Tribunal Supremo en el marco del Estado de derecho".

La arenga de Aznar a sus candidatos duró media hora y, en síntesis, éstas fueron sus frases más polémicas:

- Huevos y bombas. "Se dice que tirar huevos está mal, pero que peor es tirar bombas. Y, por cierto, se les olvida decir que mejor que tirar bombas es tirar piedras, y es verdad. Es mejor un huevo que una piedra y es mejor una piedra que una bomba. Lo que es lamentable es que haya gente que aún justifique los huevos antes de que vengan las piedras, o antes de que vengan las bombas". No aclaró si, después de los huevos estampados contra sus candidatos o las piedras contra sus sedes, teme algún tipo de bomba. Sólo lo dejó caer, para apostillar: "En una democracia no se está para recibir piedras o injurias. Se está para trabajar desde el acuerdo o desde la discrepancia". Y un aviso: "No nos van a sacar de la pista y no nos van a arrinconar".

- Vientos y tempestades. "Hay sólo una cosa de la que la oposición socialista y comunista está hablando. Sabemos en medio de un griterío bastante grande que están en contra de la postura del Gobierno en el conflicto de Irak", declaró. Pero "no están respetando las reglas de competencia entre candidatos y entre partidos". Unas reglas que, según Aznar, hasta hace poco sólo "se incumplían en el País Vasco". Todo eso, a juicio del líder popular, lo hace "gente que siembra vientos que provocan tempestades y luego vienen con las condenas". Es decir, las condenas, en su opinión, no anulan "el intento de acallar la voz democrática de un partido, el PP, que es el partido mayoritario en España".

- Disfraz de partido. Cuando Aznar terminó de quejarse de quienes, según él, "piensan que una democracia consiste en intentar ganar en la calle lo que no se gana en las urnas", desvió sus proyectiles dialécticos al frente norte. "En nuestro país todo el mundo puede expresar sus ideas, sus proyectos, sus ocurrencias, por disparatadas que sean. Lo único que no se puede hacer [tras la ilegalización de Batasuna] es ponerse un disfraz de partido político para hacer terrorismo. Y eso, gracias al impulso de muchos, y en especial al del Gobierno y el del PP. Es una buena noticia que no todos comprendieron en su día". Y reclamó que se diga ahora quiénes estuvieron tibios.