La policía encuentra los restos del ex presidente de Serbia desaparecido en tiempos de Milosevic
Dos de los hombres más buscados por asesinar a Djindjic mueren en un tiroteo con policías
El ministro del Interior de Serbia, Dusan Mihajlovic, anunció ayer el hallazgo de los restos del ex presidente del país Ivan Stambolic, desaparecido en agosto de 2000, un mes antes de las elecciones que desencadenaron la caída del régimen de Slobodan Milosevic. Según el ministro, se trata de un crimen político. La policía quiere interrogar a la esposa de Milosevic, Mira Markovic, y al ex presidente de Yugoslavia, preso en La Haya. En la noche del miércoles murieron en un tiroteo con la policía Dusan Spasojevic, jefe del clan mafioso de Zemun, y su lugarteniente Mile Lukovic.
La guerra del Gobierno de Serbia contra la mafia es a muerte. El ministro Mihajlovic ya advirtió tras el atentado contra el primer ministro, Zoran Djindjic, el pasado 12 de marzo: "Al que se resista, lo liquidaremos".
Ésa fue la receta aplicada la noche del miércoles a Spasovic, alias El Albanés, de 35 años, el capo del clan de Zemun, y a su lugarteniente Lukovic, alias El Padrino, de 34 años. Eran dos de los tres hombres más buscados en relación con el asesinato de Djindjic. El tercero en discordia, Milorad Lukovic, alias Legión, ex jefe de las unidades especiales de la policía (JSO), los boinas rojas, sigue fugitivo. Mientras tanto continúa la caza del hombre en Serbia, al amparo de los poderes especiales que concede a las autoridades el estado de excepción. Según la versión del Gobierno, los dos mafiosos muertos recibieron con disparos de armas automáticas a la policía. Contaban entre su arsenal con granadas de mano y armas de grueso calibre.
Las investigaciones relacionadas con el atentado contra Djindjic han llevado al hallazgo de los restos del ex primer ministro y ex presidente Stambolic, desaparecido a los 63 años, cuando corría por un parque de Belgrado en agosto de 2000. Tras dos años y siete meses, aparecieron sus restos enterrados en un monte, unos 70 kilómetros al norte de Belgrado.
Según el Gobierno, cuatro elementos de los boinas rojas secuestraron a Stambolic, lo liquidaron de dos disparos y lo enterraron en una fosa con cal preparada para tal menester. Sostiene Mihajlovic que la eliminación de Stambolic fue un crimen político para impedir que se presentara a las elecciones federales contra Milosevic, que se celebraron un mes más tarde y supusieron la derrota del presidente de Yugoslavia y el fin de su régimen despótico.
La acusación del ministro del Interior apunta de forma inequívoca a Milosevic como instigador del asesinato de Stambolic, que había sido su amigo y promotor de su carrera política. El austero Milosevic, de quien se dice en Serbia que no conoció más mujer que Mira Markovic, y el hedonista Stambolic chocaron y se enfrentaron, sobre todo por la cuestión de Kosovo. Milosevic adoptó la línea nacionalista y se impuso a Stambolic, que pasó al ostracismo hasta su desaparición y muerte. Ahora las autoridades serbias quieren interrogar a Milosevic, preso y juzgado ante el Tribunal Penal Internacional de la Haya (TPIY) para la antigua Yugoslavia. Además, la policía buscaba ayer a la esposa de Milosevic, la profesora de Sociología y dirigente del grupúsculo comunista Izquierda Yugoslava (JUL) Mira Markovic. Se trataba de interrogarla sobre el secuestro y asesinato de Stambolic.
No es Markovic el único miembro del clan Milosevic en apuros. La policía ha detenido a Milica Gajic, esposa de Marko, el hijo de los Milosevic, huido del país días después de la caída de su padre. Se ignora el paradero de Marko, famoso por su matonismo en los días de esplendor de su padre. Hace días se descubrió que varios de los espectaculares coches de Marko, entre ellos un Ferrari, se encontraban en poder de uno de los detenidos del clan de Zemun involucrado en el asesinato de Djindjic.
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