Guipúzcoa demolerá el puente de la A-1 dañado si no se garantiza su seguridad
La inauguración parcial de la autopista se retrasará al menos hasta el próximo octubre
A la Diputación de Guipúzcoa no le temblará el pulso y ordenará la demolición del viaducto Larreategi, en la autopista Eibar-Vitoria (A-1), si esta infraestructura no ofrece todas las garantías de seguridad cuando se abra al tráfico. El puente en construcción, del que se desprendieron en enero tres grandes piezas de hormigón a 75 metros de altura, tendrá que llevar unos refuerzos especiales para asegurar la estructura. El diputado de Carreteras, Antton Jaime, anunció ayer que el siniestro retrasará seis meses la apertura de la autopista, prevista ahora para octubre.
Jaime dejó abierta la puerta, en una comparecencia ante la Comisión de Transportes de las Juntas de Guipúzcoa, a la posibilidad de demoler el viaducto Larreategi, una compleja estructura de 480 metros de longitud que salva a 75 metros de altura el río Deba y la carretera comarcal GI-627, que une Bergara, Soraluze y Eibar. "Si no nos garantizan plenamente la seguridad del viaducto, procederemos a su demolición", recalcó el diputado. En todo caso, la decisión de derribar el puente o abrirlo al tráfico la deberá tomar el equipo de gobierno foral que sucederá al actual.
El viaducto Larreategi de la futura A-1 quedó peligrosamente dañado el pasado 8 de enero cuando se le desgajaron tres grandes dovelas (piezas de hormigón prefabricadas) durante su construcción, lo que puso en riesgo la estabilidad de un gran tablero de 90 metros con forma de T. El puente se estaba construyendo mediante una técnica consistente en colocar simultáneamente estas piezas de 40 toneladas de peso a ambos lados de un gran pilar. Jaime detalló ayer que el accidente se produjo al romperse la parte superior del hormigón de una dovela, que no soportó la tensión de los cables que lleva en su interior. Esta pieza terminó por deslizarse unos 70 centímetros hacia abajo junto a otras dos dovelas a las que estaba unida.
A esta conclusión se ha llegado tras analizar los informes realizados por la propia dirección de la obra y por la ingeniería Carlos Fernández Casado, "una de las más prestigiosas" de España y ajena a las empresas contratadas. Falta por conocerse el estudio solicitado al proyectista del viaducto.
Las deficiencias encontradas en las piezas desprendidas, explicó Jaime, han obligado a efectuar un "recálculo completo de la estructura" construida, por si este mismo fallo pudiera darse en otro punto del tablero ejecutado. Además de esta revisión, la Diputación ha exigido a las empresas constructoras que se apliquen refuerzos en todo el puente, con el fin de extremar las medidas de seguridad de esta infraestructura.
El viaducto Larreategi consta de dos puentes independientes y paralelos, uno de los cuales ya está prácticamente culminado. El responsable de Carreteras informó de que la citada ingeniería está realizando un análisis del viaducto que no ha sufrido daños para comprobar si se ha construido con dovelas defectuosas y requiere refuerzos añadidos.
Responsabilidades
El contratiempo originado en el viaducto Larreategi retrasará al menos seis meses la inauguración de la autopista A-1 entre el cruce de Málzaga (en Eibar) y Bergara-Norte, un tramo de 7,2 kilómetros de longitud. La carretera se abrirá el próximo octubre, anunció Jaime, aunque los vehículos circularán en ambos sentidos por el puente no accidentado mientras prosigan las tareas de construcción en la estructura dañada. Ésta se terminará de ejecutar mediante una técnica constructiva diferente a la actual "ante las dificultades habidas con el sistema de dovelas prefabricadas". Jaime indicó que la parte restante se acometerá inyectando hormigón in situ, lo que obligará a reformar el proyecto. El puente estará acabado a finales de este año.
El diputado de Carreteras anunció que las responsabilidades del siniestro "deberán fijarse de mutuo acuerdo entre las partes". De lo contrario, "acudiremos a los tribunales", agregó Jaime, porque la Diputación "no pagará un euro" por encima de lo estipulado. Los trabajos del tramo Eibar-Bergara-Norte, que comenzaron en mayo de 1999, fueron adjudicados en dos contratos que suman 116 millones de euros.
El portavoz del PP en las Jutas, Iñigo Manrique, afirmó que la Diputación debe acudir a la vía judicial por la "actuación negligente" de los constructores. El socialista José Antonio Pérez Gabarain exigió un análisis en profundidad de todo el viaducto para "descartar cualquier riesgo" a los usuarios. Joxe Iriarte, de la ilegalizada Batasuna, también solicitó que se adopten medidas "rigurosas" para garantizar la seguridad de esta infraestructura, y subrayó que "las responsabilidades técnicas [del suceso] están muy claras y no deben pagarse con dinero público".
Por otro lado, Jaime deploró la muerte de un trabajador ocurrida el pasado lunes al caer de una altura de unos 20 metros cuando se hallaba en uno de los voladizos laterales del puente no dañado. "Parece que este viaducto no tiene suerte", se lamentó Jaime al término de su intervención.
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