Un chino sufre la amputación de una mano en una pelea con compatriotas

La mano izquierda amputada con una catana (sable japonés de grandes dimensiones), heridas por todo el cuerpo, un fortísimo golpe en la frente y tres costillas rotas. Ése es el parte médico de un inmigrante chino, cuyo nombre corresponde a las iniciales W. H., de 35 años, que resultó ayer herido grave durante una reyerta iniciada en un karaoke próximo a la plaza de España, en Centro. Otros cuatro compatriotas que también participaron en la pelea resultaron lesionados de diversa consideración. La policía espera que se recuperen los contendientes para aclarar el origen de la trifulca.

La reyerta comenzó sobre las 3.30 en el karaoke Do Re Mi, de la calle del Maestro Guerrero número 1, por causas aún no esclarecidas. Los cinco inmigrantes salieron del local y se enzarzaron en una disputa con catanas y al más puro estilo oriental, con golpes de artes marciales. Los implicados se desplazaron hasta un conocido hotel de la plaza de España, a cuyas puertas se desarrolló la reyerta. Un taxista estacionado frente al hotel avisó desde su móvil al teléfono 112.

Cuando llegaron al lugar varios coches patrulla de la comisaría de Centro se encontraron a los heridos tumbados en el suelo. Al lado de uno de ellos estaba la catana utilizada. W. H. fue trasladado por el Samur-Protección Civil al hospital Clínico, tras ser estabilizado. Fue intervenido durante más de seis horas de las múltiples heridas que sufría y de un fuerte traumatismo craneoencefálico con hundimiento de la bóveda craneal en la frente. Los facultativos recogieron la mano amputada, pero fue imposible su reimplante, ya que además tenía fracturado el cúbito, según un portavoz del hospital.

Asesinato en 2000

El 30 de diciembre de 2000 resultó asesinado de dos tiros el portero del karaoke, Rafael Ángel Barrero García, de 23 años. Tres ciudadanos chinos entraron en el local empuñando una pistola del calibre 6,35 milímetros y un par de cuchillos. El pistolero disparó a discreción y dos balas le impactaron en el cuerpo y murió en el acto.

La capital registró ayer una segunda reyerta, en la que también hubo catanas una hora después de la pelea de Centro. Dos policías municipales vieron a las 4.30 en la calle de Sor Ángela de la Cruz cómo unos hombres introducían un bulto grande en el maletero de un coche. Este grupo huyó cuando los agentes le dieron el alto. Se inició entonces una persecución, pero el Volkswagen Golf azul en el que huyeron los hombres despistó a los agentes en la avenida del Marqués de Viana.

Cuando los agentes regresaron a Sor Ángela de la Cruz, hallaron restos de sangre y una catana. Minutos más tarde ingresaba en el hospital La Paz el magrebí Ahmed Sifi, de 23 años, que sufría heridas por arma blanca y que dijo que le habían herido en la calle de Sor Ángela de la Cruz. Iba descalzo y herido por todo el cuerpo.

La policía difundió por radio la matrícula del Golf, que fue encontrado frente al número 137 de la calle de Martínez de la Riva (Puente de Vallecas). En el maletero estaba maniatado Naufa Sama, de 23 años, que sufría golpes y cortes por todo el cuerpo. Fue trasladado por el Samur al hospital Gregorio Marañón. La policía intentó sacar del coche huellas digitales de los autores de los hechos, que aparentemente no tienen relación con la pelea de los asiáticos.