Josep Pons promete inyectar "aventura, chispa, vitaminas y diálogo" a la Orquesta Nacional

"Aventura, chispa y vitaminas" es el recetario que Josep Pons (Puig-Reig, Barcelona, 1957) promete inyectar a la Orquesta Nacional de España, de la que fue presentado ayer como nuevo director artístico por la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo. Pons, músico enérgico y de empuje, todavía no ha firmado el contrato, pero el compromiso le atará a partir del próximo septiembre, cuando empiece la nueva temporada en una orquesta a la que parece llegar la calma tras la tempestad y para la que el músico barcelonés promete "diálogo y trabajo".

La de la ONE en los últimos años ha sido una larga travesía del desierto. Llevaba 12 temporadas sin responsable, sin cabeza visible, y los conflictos con la Administración -depende del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM)- aumentaban, a la vez que disminuía su prestigio. Pero Josep Pons viene a poner las cosas en su sitio y con ganas de que la relación sea larga y duradera, como decía ayer nada más empezar su intervención después de ser presentado por Pilar del Castillo y Andrés Amorós, director del INAEM: "Seré breve", dijo. Luego rió y aclaró: "En mi intervención; no en el cargo, espero".

Confía en que la relación sea tan intensa como la que ha mantenido en el sur con la Orquesta Sinfónica Ciudad de Granada, que ha dirigido durante 10 años y ha colocado en un lugar alto y prestigioso. Con la ONE firmará por tres años prorrogables a cinco, en un ambiente que ahora es el propicio: "Se dan ya las circunstancias necesarias para hacer el nombramiento", aseguró Amorós, que antes lo había comunicado a los músicos. La reacción de éstos fue muy positiva: "Estamos entusiasmados con el nombramiento y con la persona de Josep Pons, porque es un tío fenomenal", aseguraba Salvador Escrig, portavoz de los músicos, según informa Europa Press.

Amorós aseguró que Pons ha sido el único en que han pensado para el cargo (en las últimas semanas se había estudiado también el nombre de Juan José Mena) y que en la primera temporada compatibilizará su nueva etapa con la última temporada como director en Granada. Además, el director del INAEM dijo esperar grandes cosas de él: "Aguardamos con ilusión su nuevo proyecto artístico, apertura a nuevos públicos y un cambio de imagen".

Pons, a su lado, un tanto abrumado por el entorno, entre los tapices, los cuadros y frescos de la sala Goya del Ministerio de Educación -a la misma hora, frente al de Cultura había manifestación-, expedía sus recetas sin triunfalismos, con discreción y mucho seny. Las explicaba, eso sí, sonriente: "Creo que la ONE debe ser nuestro referente de calidad, de repertorio, el mejor embajador fuera de nuestras fronteras y el mejor huésped para que los grandes intérpretes se acerquen a tocar con ella".

¿Viene a pacificar? "Vengo a aportar una regeneración de ideas y a inyectar nuevas vitaminas a la orquesta", aseguró. También hizo su apuesta por el entendimiento: "Creo en el diálogo, la calidad la presupongo; que suene bien lo doy por hecho. Yo pretendo alcanzar algo más, y eso se consigue con implicación y persiguiendo objetivos comunes. No soy una persona de conflicto y, si éstos existen, la magia, el duende o como lo quieras llamar, no aparecen, necesitan un paso más para salir, y eso ocurre si se crea la atmósfera adecuada", dijo. También se espera cierta originalidad en las propuestas de alguien que ha demostrado tener capacidad de captar nuevos públicos con repertorios arriesgados y nada manidos en Granada, o en su labor frente a la Orquestra de Cambra del Teatre Lliure. "El repertorio debe ser la base, el 80% del programa, luego hay un 20% de aventura. La gracia está en combinar ese mayor porcentaje con aventura, con chispa, de manera atractiva". Es algo que ya ha hecho incluyendo músicas étnicas, africanas, flamenco y rock con Falla y Beethoven.

La duda es si el público de Madrid asumirá esas propuestas: "Son todos bienvenidos. Haré programas diversos. La frontera será la música mala; mientras sea buena, la tendencia es el mestizaje de estilos sin echar nunca a Mozart, porque ésos son los creadores que nos siguen sacudiendo".