Santiago Carrillo: "La concordia es retirar a España de la guerra"

"La concordia es retirar a España de la guerra". Así de claro estuvo ayer el ex secretario general del PCE, Santiago Carrillo, al recibir el Premio Concordia, otorgado por la Fundación Abril Martorell y presentado por su presidente, José Luis Leal, y el comisionado del Gobierno para la catástrofe del Prestige, Rodolfo Martín Villa. Los asistentes, muchos ex ministros de la UCD, algunos vinculados al PP, aplaudieron con calor las palabras de Carrillo.

Carrillo no improvisó su discurso. Lo escribió porque, según confesó, no quería equivocarse en estos momentos de enorme tensión. Lo leyó su hijo porque Santiago Carrillo tiene dificultades con la vista. El ex secretario general del PCE aseguró: "Nuestra convivencia ha sido gravemente dañada por la irresponsable implicación de España en esta guerra". Argumentó que recibir el Premio a la Concordia le obligaba a manifestar que "luchar por la concordia es luchar por la paz" y romper el alineamiento con el actual Gobierno norteamericano de extrema derecha.

Carrillo defendió el papel de concordia que la UCD y el PCE jugaron durante la transición española. Reivindicó cómo desde 1956 el PCE defendió la política de reconciliación nacional que no encontró su materialización hasta 20 años después. El presidente de la fundación Abril Martorell y presidente también de la Asociación de la Banca Española, José Luis Leal, destacó el "momento especialmente difícil por el sufrimiento que causan las guerras". Señaló Leal que le habían solicitado a la fundación el aplazamiento del acto por las actuales circunstancias. Sin embargo, Leal defendió su continuidad porque supone "una aportación a la concordia". "Con la concordia crecen los pequeños y con la discordia caen los grandes", glosó Leal.

Relaciones excelentes

Martín Villa resaltó las excelentes relaciones que mantiene con Carrillo, pese a que como ex ministro del Interior fue quien ordenó detener al entonces máximo dirigente comunista en 1976. Exaltó Martín Villa la concordia existente durante la transición entre los partidos que hizo posible que España alcanzara la democracia. Y recordó cómo el ex presidente del Congreso de los Diputados, Fernando Álvarez de Miranda, al percibir la excelente relación entre Martín Villa y Carrillo decía que "es como si en tiempos de la República José Calvo Sotelo y Francisco Largo Caballero se entendieran".

Martín Villa también defendió la continuidad del acto pese a las sugerencias de que se aplazara. Y lo defendió con las siguientes razones: "Ayer percibí en el Congreso un ambiente crispado, que iba más allá de la disidencia política, y por ello me parece bien que el acto se haya celebrado".

Cerró el acto el ex presidente del Congreso Landelino Lavilla, quien defendió la convivencia entre los españoles y la superación de los enfrentamientos históricos. "En la época de la Transición se encontró un espacio de voluntad, de entendimiento entre españoles de diversas tendencias".

Al la entrega del premio acudieron personalidades de todo el espectro político. De la antigua UCD figuraban José Pedro Pérez Llorca, Rafael Arias Salgado y Luis Gamir, ahora vinculados al PP. Por la izquierda estaban ex ministros socialistas como Enrique Barón, Julián García Vargas y el actual defensor del Pueblo, Enrique Múgica.

El mundo sindical estaba representado por ex dirigentes como Nicolás Redondo (ex secretario general de UGT) y Julián Ariza (histórico líder sindical de CC OO). Asimismo asistieron diputados como el portavoz CiU en el Congreso, Xavier Trias, y el socialista Francisco Fernández Marugán.