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El conflicto de Irak corta el tráfico de pateras hacia las costas andaluzas

Ayer llegó a Almuñécar la primera lancha desde que estalló la guerra

Una embarcación con 26 magrebíes llegó ayer al pueblo granadino de Almuñécar. El suceso, habitual hasta hace dos meses, es en estos días insólito. Se trata de la primera lancha cargada de inmigrantes que cruza el Estrecho desde que comenzó la escalada que ha desembocado en la guerra de Irak. El tráfico de seres humanos en la zona había caído en los últimos meses. Desde el día 16 no había arribado a Andalucía una sola patera.

A medida que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se mostraba más decidido a atacar Irak, disminuía el tráfico de pateras desde Marruecos y desde el Sáhara Occidental hacia Andalucía y Canarias.

Durante los dos primeros meses del año pasado, fueron interceptadas en Fuerteventura y Lanzarote 88 pateras. En el mismo periodo de este año, el número cayó hasta 69.

Igualmente llamativo fue el descenso registrado en el Estrecho: 40 pateras interceptadas en los dos primeros meses de 2002, frente a sólo 32 este año.

Pero los datos más espectaculares corresponden al mes de marzo. Durante los primeros 17 días, la llegada de lanchas se moderó considerablemente. En Canarias fueron interceptadas 18, frente a 41 en el mismo periodo del año pasado. En Andalucía sólo se registraron ocho, frente a 25 en marzo de 2002.

La explicación a este descenso se hallaba a miles de kilómetros. El día 16 se celebró la cumbre de las Azores, con asistencia del presidente de Estados Unidos y de los primeros ministros de Gran Bretaña, España y Portugal. Bush, Blair, Aznar y Durão Barroso advirtieron al mundo de que el día siguiente sería el último para la diplomacia. El día 17, el presidente de EE UU dio a Sadam Hussein un ultimátum de 48 horas para que abandonara el poder en Bagdad. Dos días después, las bombas comenzaron a caer en el desierto.

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Los traficantes de personas afincados en Marruecos fueron de los primeros en tomar nota de las advertencias de Bush. Tanto es así que desde la cumbre de las Azores hasta ayer ni una sola patera había arribado a las costas andaluzas. Ni una.

A pesar de su lejanía del escenario bélico, Canarias también notó el descenso: sólo siete embarcaciones se aventuraron desde el Sáhara hasta las islas.

Esta desaparición de las pateras es una repetición de lo ocurrido tras los ataques cometidos el 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington. Sólo 72 horas después de aquellos atentados, el tráfico de pateras cayó en picado en el Estrecho. Expertos del Ministerio del Interior consideraron entonces que ambos hechos estaban relacionados: "El Gobierno de Rabat abre y cierra el grifo cuando le conviene. Lo más probable es que la caída de la inmigración ilegal se mantenga al menos mientras dure la incertidumbre sobre la reacción de Estados Unidos". En efecto, a partir de enero de 2002 las mafias volvieron a activar su negocio.

Pero estos días el Estrecho se ha convertido en una de las zonas más militarizadas del mundo. Un amplio dipositivo bélico de la OTAN escolta el paso de buques con material militar de Estados Unidos con rumbo al golfo Pérsico.

Es por ello que la llegada de una lancha con 26 inmigrantes a Almuñécar ha vuelto a ser noticia.

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