Colegios gallegos desafían a la Xunta y exhiben carteles contra la guerra

La orden promulgada por la Xunta de Galicia para atajar la proliferación de carteles con el "no a la guerra" y el "nunca máis" en los colegios públicos ha tropezado con la desobediencia de gran parte de la comunidad educativa. Algunos institutos de bachillerato, entre ellos dos de Vigo y otros dos de Santiago, desafiaron ayer públicamente las instrucciones del Gobierno de Manuel Fraga y empapelaron sus paredes con carteles reivindicativos. A las consignas contra la guerra y la marea negra, las más abundantes en los pasquines, se unió una nueva causa: la defensa de la libertad de expresión.

La Consejería de Educación de la Xunta mantiene la orden dictada la semana pasada para prohibir en los centros educativos cualquier cartel que no esté estrictamente relacionado con la "actividad docente", pese al clamor en contra de profesores, padres y estudiantes. Pero al mismo tiempo, el Gobierno gallego ha matizado el contenido de la circular enviada a los directores de los colegios públicos y anuncia que la aplicará con flexibilidad. El propio consejero de Educación, Celso Currás, ha admitido que la orden "no se envió en el mejor momento" y que las pancartas contra la guerra "también son educativas".

El Gobierno de Fraga divulgó ayer una declaración institucional en la que inscribe sus instrucciones a los colegios en el intento de atajar la "estrategia de la crispación permanente que algunos llevan a cabo". La Xunta asegura que no pretende "coartar la libertad de expresión" sino garantizar la "neutralidad ideológica" de la educación pública. Un millar de estudiantes volvió a manifestarse ayer en Lugo contra la invasión de Irak. En Ferrol, el concejal del PP Román Cenalmor abandonó un pleno municipal y anunció su renuncia al puesto en la corporación en protesta por el apoyo de España a la campaña bélica contra Irak.