Los 'marines' dejan un rastro de soldados iraquíes muertos a su paso por Nasiriya
Los marines estadounidenses que consiguieron atravesar Nasiriya (350 kilómetros al sureste de Bagdad) el martes tras dos días de lucha, se vieron ayer frenados de nuevo por la resistencia iraquí en Shatra, 40 kilómetros al norte de la ciudad, dejando un reguero de muertos a su paso. El corresponsal de Reuters que viaja con los marines relataba cómo a su paso por esta ciudad fantasma vio dos docenas de cadáveres de iraquíes a lo largo de la carretera, así como vehículos quemados, incluido un autobús.
Las tropas norteamericanas sufrieron un retraso de dos horas en Shatra, debido a ataques esporádicos iraquíes, que fueron contestados con fuego de artillería. Finalmente, lograron llegar a Qal'at Sukkar, a unos 60 kilómetros al norte de Shatra.
Mientras, continuaba la batalla por el control de Nasiriya. Según el periodista de Sky News, que se encontraba con los convoys de apoyo de la coalición en las afueras de la ciudad, los aliados habían capturado los dos puentes que cruzan sobre el Éufrates, cruciales para asegurar la ruta a través de la región. Pero tanto alrededor de los puentes como en el interior de Nasiriya proseguían violentos combates.
Los convoys de apoyo sufrieron ataques de guerrilla en las afueras de Nasiriya, aprovechando las tormentas de arena que azotaban la ciudad. Tanques iraquíes, ocultos en el desierto, se acercaban a los camiones por sorpresa y abrían fuego a corta distancia, aunque no se informa de víctimas, según Sky News.
Un convoy de 80 vehículos de apoyo a los marines sufrió una emboscada al norte de Nasiriya, relata otro corresponsal de Reuters sobre el terreno. El ataque comenzó con unas ráfagas súbitas de armas automáticas durante una parada rutinaria. Tuvieron que repeler el fuego con ametralladoras, morteros y misiles antitanque, hasta que llegaron tanques estadounidenses para ayudarlos. Tampoco se informó de víctimas.
Dentro de Nasiriya, los marines hicieron evacuar a los habitantes de un barrio del este, desde el que fueron atacados los últimos días, según un fotógrafo de France Presse. Este barrio se encuentra cerca de un hospital en el que los norteamericanos capturaron el martes a 170 soldados iraquíes desarmados, sospechosos de haber utilizado ese edificio para lanzar sus ataques. También encontraron más de 200 armas y reservas de municiones, y más de 3.000 trajes y máscaras de protección contra armas químicas, según el Comando Central de EE UU.
Mientras, el ministro de Información iraquí, Mohamed Said al Sahaf, acusó ayer a los atacantes de haber destruido más de 200 edificios civiles en Nasiriya, y de herir a 500 civiles. El ministro hizo estas declaraciones durante su conferencia de prensa diaria.
