La logística militar puesta 'just in time'
MUCHOS DE NOSOTROS NOS complicaríamos si alguien nos preguntase qué hay de común entre una camisa Benetton y una pieza de recambio para vehículo de asalto estadounidense en el desierto iraquí. Y la respuesta no nos permitiría aclarar dudas: RFID o Identificación de Radio Frecuencia. Son etiquetas electrónicas que permiten seguir los movimientos de la prenda comprada. Benetton acaba de encargar 15 millones. Su uso masiva en las fuerzas armadas estadounidenses es una parte esencial de la "revolución en los asuntos militares".
Las etiquetas tienen un microprocesador que guarda datos del objeto y una antena de radio para comunicarlos. Se escanean regularmente y la información se guarda en bases de datos accesibles desde cualquier parte del mundo. El objetivo para los militares es lograr lo que ellos denominan total asset visibility, o visibilidad total de los recursos. Según la Federal Computer Week, revista especializada en las tecnologías de la información del Gobierno, el Pentágono posee más de un cuarto de millón de contenedores que circulan entre 400 lugares en más de 40 países. La revista agrega: "Ahora, las autoridades militares saben exactamente dónde se encuentra un cargamento en su ruta de la fábrica a la trinchera. Incluso pueden cambiar la ruta si surge una necesidad urgente".
La etiqueta electrónica permite seguir el traslado de un paquete. Su uso masivo en las fuerzas armadas es una parte esencial de la revolución en los asuntos militares.
"El dominio de la logística es tan vital en la economía digital como lo fue para el extraordinario éxito del Imperio Romano", dice un directivo de FedEx.
Dag Ericsson, profesor sueco de e-logística explica: "Básicamente, logística significa entregar la cantidad y calidad correctas de mercaderías al lugar correcto en el tiempo correcto. Desde un punto de vista militar, la logística se define como 'el arte práctico de movilizar ejércitos y mantenerlos abastecidos'".
En conjunto, las Tecnologías de Identificación Automática (AIT) permiten captar automáticamente los datos de productos y personas e integrarlas en un sistema informático capaz de localizarlos en todo momento. Ubicado en el MIT, el Centro de Auto ID se dedica a la investigación de códigos de barra, tarjetas inteligentes, reconocimiento vocal y óptico, biometría y RFID, por señalar los más importantes.
La verdadera dificultad consiste en manejar estos datos en tiempo real, lo que en el sitio de uno de los organismos militares responsables, el Gerente de Producción para Tecnología Automática de la Información de las fuerzas armadas estadounidenses se explica así: "AIT introduce eficacias de sistema informativo mediante el uso de tecnologías y estándares facilitadores, que proporcionan interoperabilidad no sólo a través del departamento de la defensa, sino también con nuestros socios comerciales, asegurando un flujo constante de las mercancías". Esto permite ganar tiempo y perder menos material.
Durante la Primera Guerra del Golfo "el 40% de los contenedores que llegaron al teatro de operaciones tuvieron que ser abiertos para determinar su contenido y destino final". La cifra bajó a 10% en Afganistán. En Irak, los soldados se contentan con escanear la etiqueta de los contenedores con un aparato llamado Interrogador para saber lo que contienen.
El aparato no es otra cosa que la aplicación en el arte de la guerra de la Administración Justo a Tiempo. Los militares se inspiraron en empresas como Swatch, Caterpillar o Dell. Dice Fred Smith, de FedEx: "El dominio de la logística es tan vital en la economía digital como lo fue para el extraordinario éxito del Imperio Romano". El profesor Ericsson se hace eco de esto mismo cuando afirma: "El arte y la ciencia de la logística han sido fundamentales para el éxito de aquellas naciones que buscan ampliar sus territorios a lo largo de los siglos".
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