Olof Palme ha sido asesinado a tiros esta madrugada en el centro de Estocolmo
Un hombre solo, de 35 a 40 años, disparó contra el primer ministro sueco cuando paseaba con su mujer después de ir al cine
El primer ministro sueco, Olof Palme, ha sido asesinado esta madrugada. A las 23.30 de ayer un hombre solo te disparó un tiro en el abdomen y otro en el pecho cuando paseaba con su esposa, Lisbeth Beck Friis, por una calle céntrica de Estocolmo. Trasladado a un hospital, falleció seis minutos después de la medianoche. Su mujer resultó levemente herida por una bala en la espalda. Ambos acababan de salir de un cine, donde habían visto la película sueca Los hermanos Mozart. La sesión había concluido a las 23.15. El asesino debía conocer estos datos y les atacó cuando paseaban por la calle principal de la capital. Como es costumbre en Suecia, Palme carecía de protección policial.
Según la policía sueca, la alarma fue dada por un taxista que presenció el atentado, ejecutado al parecer por un único terrorista: un hombre de unos 35 a 40 años, con cabellera tupida, vestido con un abrigo oscuro, que, tras disparar a corta distancia contra PaIme, se dio a la fuga en un automóvil Volkswagen, modelo Passat. El hecho ocurrió cerca de la avenida Sveavuegen, la principal arteria de la capital, según confirmó el ministro sueco de Finanzas, Kjell-Olof Feldt. Dos muchachas que circulaban en coche por la zona intentaron socorrerle cuando se encontraba abatido sobre la acera. A esa hora las calles heladas del centro se encontraban prácticamente desiertas, animadas sólo por los jóvenes que salían de las discotecas. Trasladado inmediatamente al servicio de urgencia del hospital Sabbatsberg, el primer ministro sueco, de 59 años de edad, murió poco después de la media noche, agregó la dirección de la policía. Minutos más tarde llegó al centro sanitario uno de sus tres hijos. Ningún grupo político se había atribuido esta madrugada la responsabilidad del atentado, primero de estas características que ocurre en un país nórdico. La policía sueca, que no proporcionó muchos detalles, dijo que por el momento ignoraba si el asesinato podía tener motivaciones políticas o si su autor era un delincuente o un loco. Todos los policías de la capital sueca fueron llamados a sus acuartelamientos para bloquear las salidas de Estocolmo, pero se teme que el asesino haya podido abandonar la ciudad antes de que los agentes pudieran completar el cerco. Los habitantes de Estocolmo no se enteraron del suceso hasta hoy, ya que ninguna emisora de radio había interrumpido sus emisiones habituales para informar a sus oyentes hasta las dos de la madrugada de hoy. Inmediatamente después de la muerte de Palme, el viceprimer ministro sueco, Ingvar Carlsson, convocó una reunión extraordinaria de los principales miembros del Gobierno. El ministro sueco de Asuntos Exteriores, Sten Andersson, así como el de Finanzas -amigo personal de Palme-, y el de Industria, Thage G. Peterson, participaron en esta reunión. "Es horrible", declaró con voz emocionada el viceprimer ministro sueco llegando a la presidencia del Consejo de Ministros, resumiendo así la sorpresa y consternación de sus colegas. El presidente del Gobierno es pañol, Felipe González, informó, mediante una llamada telefónica efectuada poco después de la una de la madrugada, al embajador de Suecia en España, Cral George Crafoord, del asesinato de Palme. El embajador no tenía conocimiento del atentado, ya que había estado en el teatro, presenciando una obra sueca dirigida por Ingmar Bergman, hasta media hora antes. "El presidente del Gobierno me ha comunicado la noticia personalmente y me ha expresado su pésame", señaló el embajador, quien agregó: "Quiero manifestar mi horror ante la mera posibilidad de que haya gente que pueda actuar así". Felipe González, amigo personal del asesinado primer ministro, profundamente afectado por la noticia del asesinato, declaró esta madrugada que sólo deseaba por el momento expresar sus sentimientos de amistad personal y adrniración hacia la personalidad histórica de su amigo Olof Palme. "Estoy emocionado y profundamente consternado por la brutal pérdida de una personalidad a la que admiraba", comentó esta madrugada el ministro español de Asuntos Exrteriores, Francisco Fernández Ordóñez, tras conocer la noticia del asesinato. Por su parte, el ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Javier Solana, declaró: "Estoy consternado por la muerte de un amigo de España y un hombre ejemplar, un gran luchador por las causas más nobles".
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