Sólo seis países expulsan a los diplomáticos de Sadam Husein

Sólo una media docena de los cerca de sesenta países que tienen presencia diplomática del Gobierno de Irak ha aceptado la solicitud de Estados Unidos de expulsar de inmediato a los representantes iraquíes. Italia, que pasó de la beligerancia inicial a un perfil bajo en el apoyo a EE UU, ordenó ayer la salida de cuatro miembros del cuerpo diplomático, aunque el encargado de negocios, máxima figura iraquí en Roma, no se encuentra en esa lista. Australia -que participa con soldados en la coalición militar de Washington y Londres-, la República Checa, Serbia y Montenegro y Tailandia, aunque sin romper relaciones con Bagdad, han seguido la petición estadounidense. Jordania, que ayer anunció la firma de un acuerdo económico con EE UU por valor de 177 millones de dólares, es el primer país árabe en expulsar diplomáticos del régimen de Sadam Husein.

Algunos países aliados de Estados Unidos y fuertes partidarios de la guerra, como España y, en menor medida Portugal, no se han manifestado sobre este asunto y, por el momento, mantienen sus represenataciones iraquíes en sus capitales. Bulgaria, otro de los aliados de Washington en el Consejo de Seguridad de la ONU, asegura tener "dificultades" para responder a esa solicitud y Hungría se ha negado.

Los países opuestos a la guerra han mostrado un rotundo rechazo a la medida. Rusia, Francia y Bélgica ya han manifestado su negativa. Una amplia mayoría de naciones árabes tampoco ha aceptado la petición. Yemen ha dicho que se trata de "una injerencia en los asuntos internos" y otras naciones de diferentes continentes han evitado proceder a las expulsiones, como Grecia, Polonia, Irán, Pakistán, Brasil o Kenia.