Las polémicas viviendas vacías

El problema de las viviendas vacías ha vuelto a salir a relucir tras conocerse los últimos datos del Censo de Población y Vivienda del INE de 2001, que arroja un crecimiento de su número de casi el 17% en los últimos diez años. Aunque las cifras son todavía provisionales, tanto el PSOE como IU o los sindicatos UGT y CCOO se han apresurado a denunciar que es insostenible que se mantengan 2,89 millones de casas cerradas, el 13,90% de todas las que existen en España, por lo que exigen al Gobierno que saque estos pisos al mercado de alquiler.

Algunos expertos como el economista Julio Rodríguez reconocen, a la luz de la nueva estadística, que la mayoría de las viviendas vacías se concentra en las zonas menos pobladas del país y en las que el mercado inmobiliario está menos desarrollado. Del Censo se desprende que en la última década el mayor aumento en la proporción de casas cerradas se ha producido en provincias como Cáceres, Ávila, Castellón, Córdoba y Ciudad Real. Zonas que, según Manuel Martí, secretario general de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE) no figuran entre las que más demanda de vivienda tienen.

Un recargo sobre el impuesto de bienes inmuebles no es la solución para sacar pisos desocupados al mercado del alquiler

Incluso hay quien niega la mayor. Para expertos en sociología urbana, como el profesor de la Universidad Complutense Jesús Leal, en España no existen tantas casas vacías como las que figuran en el Censo, tal y como han demostrado análisis específicos sobre estas viviendas. Así, según una encuesta realizada en Madrid por Demoscopia a partir de las direcciones facilitadas por el Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid correspondientes al Padrón municipal de 1996, en la ciudad, el 32% de las viviendas vacías que se recogían en las estadísticas del Censo y el Padrón respondía a un error censal (estaban ocupadas en el momento de la visita), el 40% se encontraba en proceso de venta o de alquiler y el 28% restante realmente se hallaba vacío, aunque por distintos motivos que no todos coincidían con el abandono por parte de sus propietarios, el criticado por los grupos políticos.

También Ricard Vergés, catedrático de economía inmobiliaria, quien dirigió otra encuesta de este tipo en Barcelona, mantiene que "hay un sesgo muy importante en el Censo con las viviendas vacías. Muchas de las que se contabilizan como cerradas son segundas residencias en las que en el momento de la recopilación de datos por parte de los agentes censales estaban desocupadas".

Margen de error

Desde el INE, el subdirector adjunto de Censos Demográficos, Eduardo Teijeiro, mantiene que los datos "son muy fiables, sobre todo los totales, que difieren muy poco de los anteriormente recogidos y cuentan con un escaso margen de error" que, no obstante, rechaza cuantificar. Pese a ello, asegura que "existen fallos, aunque están muy acotados", principalmente son los relacionados con el doble empadronamiento de una misma persona en dos domicilios, el cual tiene especial relevancia entre los extranjeros. También "en el trasvase que se produce de viviendas secundarias a vacías o a la inversa" y en aquellos pisos de nueva construcción que, pese a tener dueño, todavía no han sido ocupados por él, añade Teijeiro.

Evidentemente, casas vacías hay, aunque no tantas como las que les sirven a los partidos políticos para introducir más polémica en el enquistado problema de la vivienda en España.

De hecho, Miguel Ángel Muñoz, vicepresidente del Consejo General del Colegio de Administradores de Fincas de España, señala que "es muy frecuente que en cada comunidad de propietarios haya un piso cerrado. Pero no me atrevería a hablar de edificios completos vacíos". A su juicio, la clausura de estos inmuebles responde a distintas causas, entre ellas la poca confianza que tienen los propietarios en el alquiler debido al "colapso de la justicia, que alarga un desahucio más de un año, y a que existen inquilinos profesionales en no pagar. Por ello sería necesaria una reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos".

Contra el Gobierno

Por tanto, en opinión de este experto y del resto de los consultados las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno para penalizar fiscalmente a los propietarios de viviendas vacías a través de un impuesto local como es el de bienes inmuebles (IBI) no va a ser, en ningún caso, la solución, entre otras cosas porque los municipios, sumidos en campaña electoral, van a negarse a afrontar un aumento impositivo, como reconocía recientemente el concejal de Hacienda de Madrid, Antonio Bujidos, más aún cuando es en extremo complicado definir lo que es una vivienda vacía. La comunidad navarra aprobó hace unos años una penalización fiscal sobre las casas desocupadas que jamás ha podido poner en práctica precisamente por ese motivo.

Si se pusiera en práctica posiblemente tampoco resolvería el problema, pues, aunque algo más caro, el mantenimiento de una casa cerrada hoy no se diferencia mucho de una ocupada. El propietario debe pagar los recibos mensuales de la comunidad de vecinos, el cargo anual del IBI y, a diferencia del residente, una tasa del 1,1 sobre el valor catastral de su vivienda.