Sílvia Munt vuelve a coger la cámara para dirigir 'Las hijas de Mohamed'

La actriz y directora asegura encarar la película, cuyo rodaje comenzó el pasado lunes, como el que "abre una ventana al futuro". "Y el futuro es el mestizaje", añade mientras toma un café en un receso. "Pretendemos mostrar las contradicciones y dificultades de la relación entre Occidente y Oriente, y también las muchas cosas buenas que puede aportar", cuenta. Todo ello, precisa Sílvia Munt, relatado en tono de "comedia romántica". El mundo occidental está representado en la trama por Carmen, una ginecóloga que se rebela contra el marido de una de sus pacientes, ambos marroquíes, que se niega a reconocer al bebé que acaba de tener sólo porque es una niña. Entonces Carmen acoge a la madre, Shaida, y a la hija en su casa, lo que le da la oportunidad de conocer al hermano de la mujer, Nazir, y, claro, de enamorarse de él. El contacto con la cultura marroquí a través de ellos la ayuda a ir desterrando la inquina que había sentido contra sus costumbres.

Munt explica que tan pronto como leyó el guión de Las hijas de Mohamed, escrito por Teresa Vilardell y Maite Carranza, le interesó. "Toca asuntos que me preocupan, como la tolerancia y el respeto a la diferencia, y, además, la historia demuestra, primero, que el mestizaje siempre es enriquecedor y, después, que la razón no la tiene nadie de modo absoluto", comenta. En efecto, siempre que Sílvia Munt se ha puesto tras la cámara ha sido para narrar historias con fundamento. "Son las que me gustan", dice, "tanto para interpretarlas como para dirigirlas". "Necesito implicarme en un cine que me despierte por dentro, que me aleje de un mundo marcado por las lecciones de los norteamericanos, que nos quieren hacer creer que no es bueno ni fumar ni follar y, en cambio, sí hacer la guerra", confiesa.

Un repaso a su filmografía como directora hasta ahora apoya su tesis. En Laila, Premio Goya al mejor cortometraje en 1999, la protagonista, una niña, nos cuenta cómo es su país, el Sáhara. Un año después, Sílvia Munt dirigió el telefilme Quia (TV-3), una bella historia de amor entre un parapléjico y su enfermera, él catalán y ella cubana. Hace poco ha acabado de montar el documental Gala, donde indaga en la apasionante personalidad de la esposa y musa de Dalí, y prepara el rodaje de la película La canción de Dorotea, basada en el libro de Rosa Regàs, que significará su debut en la gran pantalla.

Aunque el cartel de Las hijas de Mohamed -que produce In Vitro- está encabezado por Alicia Borrachero -Ana en la serie Periodistas-, que encarna a Carmen, hay en él otros nombres interesantes. Es el caso de Mariana Cordero, la madre en la miniserie de Benito Zambrano Padre coraje, con el mismo rol en este filme, y de Abdel Aziz -el Mohamed del título-, marroquí que trabajaba de albañil en Barcelona hasta que lo descubrió José Luis Guerin e incluyó sus poéticas reflexiones en el filme En construcción.

Entre toma y toma, Borrachero describe su personaje con relación al de Shaida (Gabriela Flores): "Las dos podemos ser las mitades de la misma mujer: una es independiente y la otra vive en función del hombre". Borrachero aceptó participar en el telefilme antes de saber de qué trataba "porque me iba a dirigir Sílvia Munt, a la que sigo desde hace años".