Herrero carga contra la Junta por "ralentizar" la concertación con "incumplimientos" y "deslealtades"

Las críticas a la Junta de Andalucía ocuparon buena parte del discurso con el que Santiago Herrero cerró ayer su primer año al frente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). "La reiterada actitud de algunas Consejerías ha llevado la concertación a una preocupante ralentización, consecuencia de incumplimientos y deslealtades que pueden suponer una quiebra del diálogo social", dijo Herrero en su intervención ante la asamblea general de la patronal andaluza. El presidente de la CEA se vana-glorió del fuerte ritmo de creación de empresas en la comunidad, "pese al entorno".

En los últimos meses, la dirección de la patronal andaluza había dado alguna señal de su malestar con la Junta por dos asuntos de representación: su presencia en los órganos de gobierno de las cajas y en el Servicio Andaluz de Empleo. En las cajas, la última modificación legal impulsada por el Gobierno andaluz hace compartir a la CEA con otros grupos representados en el Consejo Económico y Social (consumidores, cooperativas, sindicatos) el 8% reservado a "entidades de origen privado y finalidad social". Un trato que ayer Herrero tildó de "discriminatorio y testimonial" -los sindicatos tienen asegurados un 15% por representación directa de los trabajadores-.

De hecho, la CEA decidió este mes no participar "activamente" en las cajas por considerar que se ha "impedido el acceso efectivo a los órganos de gestión" (al compartir el 8% con otros grupos la posibilidad de lograr un sillón en los Consejos de Administración es casi nula). Herrero también se refirió a "otros incumplimientos que trascienden lo meramente formal" en alusión a los acuerdos sobre el Servicio Andaluz de Empleo. La CEA defiende que la composición del órgano rector del Servicio estaba cerrada con la coparticipación de patronal y sindicatos y que, después, "la Consejería [de Empleo] permitió de forma unilateral y sorpresiva su modificación" para dar entrada a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias y a Cepes, organización que aglutina a cooperativas y sociedades laborales de "economía social".

En su primer discurso como presidente de la CEA, hace algo menos de un año, Herrero limitó sus críticas a la Junta al insuficiente impulso económico para acercar Andalucía a otras regiones europeas, una percepción arraigada en la patronal andaluza y que ya expresó en varias ocasiones su antecesor en el cargo, Rafael Álvarez Colunga. "La economía andaluza sigue alejada de la convergencia; nuestra economía suspende en dos parámetros fundamentales: el PIB por habitante y el empleo", reiteró ayer Herrero.

Pero el presidente de los empresarios andaluces hiló estos reproches ya conocidos (cajas, Servicio Andaluz de Empleo, convergencia) con muchos más para componer un novedoso mural de "incumplimientos y deslealtades" en la relación con la Junta, que contrasta con la "comunicación y fluida" con los sindicatos y la ausencia casi absoluta del Gobierno central en su discurso. Herrero sólo aludió a la Administración central al mostrar su rechazo por el "permanente enfrentamiento" con la Junta que ha hecho de Andalucía "centro de grandes controversias".

Economía social

El presidente de la CEA sumó al capítulo de reproches a la Junta la reciente aprobación del decreto de la sociedad de la información, así como del que regula las ayudas a la familia, "sin contar con los agentes económicos y sociales firmantes del Pacto" de concertación, cuya quinta edición suscribieron la Junta, la patronal y los sindicatos el pasado verano.

Las palabras más agrias las dirigió al sector representado por Cepes. "No podemos aceptar que la Administracióna sucumba a la tentación de potenciar una economía denominada social con intención de enfrentarla a la economía tradicional". Herrero mostraba así el resquemor de la CEA por la apuesta de la Junta de incorporar a Cepes -con la que rivalizó en las últimas elecciones a las Cámaras de Comercio- a órganos autonómicos. "No debemos ser partícipes de aquellas políticas que tienden a adjetivar la actividad empresarial desde objetivos que más bien se encuentran en el ámbito de la política", añadió.

El presidente de la CEA intensificó las críticas a la política medioambiental, censura que ejemplifi-có en dos normas: La Ley de Flora y Fauna, "en la que se relegan importantes actividades empresariales [la caza]" y el Plan de Humedales "que exige al empresario demostrar científicamente que su actividad no daña al medio ambiente". El análisis crítico de Herrero se extendió hasta el sistema financiero. "La profunda crisis abierta entre la Junta y Cajasur puede dañar de forma grave a una institución prestigiosa", dijo el representante empresarial, quien recientemente participó en un almuerzo en honor al presidente de la caja, Miguel Castillejo. "Es incomprensible el juicio público de los gestores de la entidad por actuaciones que cuesta entender", añadió, en referencia a la inspección de la Consejería de Economía.