A la espera de un plan de emergencia
Los vecinos de los municipios cercanos a las bases de Morón y Rota aguardan serenos las medidas de protección civil
A mediodía de ayer, apurándose ya el plazo de 48 horas dado por el presidente de EE UU a Sadam Husein y su familia para que abandonase Bagdad, las dos bases de uso conjunto hispano-americano que hay en Andalucía, la aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) y la naval de Rota (Cádiz), recibieron la orden de elevar su situación de alerta del nivel Bravo al Charlie, a tan sólo un punto del nivel de máxima alerta. Apenas una hora después de que se reforzasen las medidas de seguridad en ambas instalaciones militares, la estampa que ofrecía la base aérea de Morón de la Frontera no distaba mucho de la habitual en los últimos días. La palabra "calma" estaba en boca de todos. En la de los militares que controlan la entrada y salida a la base aérea; en la de los repartidores que a diario franquean esa puerta para cubrir las necesidades más perentorias e incluso en la de los trabajadores civiles. "No se ha notado nada extraño, ni más movimientos de aviones o tropas. Quizá lo único que sí ha cambiado es que se ha incrementado la seguridad. Yo vivo en Morón y por las noches oigo el mismo ruido de siempre", explicaba ayer a las puertas de la base de Morón M. P. G., empleada de la gasolinera.
Esa apreciación sobre el refuerzo de la seguridad se hizo patente en la reacción de los tres militares que en esos momentos vigilaban el acceso principal y que, a la carrera y vociferando, conminaron a los allí presentes a alejarse si no tenían autorización para entrar a la base. "Caballero, caballero, aquí no, a 300 metros del perímetro de la base; son las normas". Cinco días antes, en ese mismo punto, cientos de personas se arremolinaban en el suelo para reponerse de los tres kilómetros que habían recorrido a pie para mostrar su rechazo a la guerra contra Irak, una manifestación que congregó a cerca de 20.000 personas. Entonces, nadie advirtió de la vigencia de esta norma de seguridad.
"La situación está en calma, lo más gordo se produjo hace ya meses", explicaba a las puertas del Ayuntamiento el alcalde de Morón, el socialista José Párraga. "El pueblo está tranquilo, como se ve; no hay nerviosismo", añadió sin ocultar que sí ronda cierta inquietud entre los vecinos por la negativa del Gobierno a activar el plan de emergencia que los alcaldes de la comarca han demandado. "Ahora tenemos preparado el nuestro, el municipal, pero es del todo insuficiente en caso de que se produzca un acto terrorista o un simple accidente de un avión", se quejaba Párraga. "Al menos, la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía se ha comprometido a activar el suyo propio en breve en caso de que el Gobierno se mantenga en sus trece", aseguró el alcalde de Morón.
La existencia de un protocolo de emergencia y, lo que es más importante, el conocimiento del mismo por parte de los habitantes de la zona, es una de las reivindicaciones casi históricas de los vecinos de los municipios cercanos a la base aérea y que, como ayer los de Morón, apenas si levantan la vista al cielo pese a que sobre sus cabezas, aunque a cierta lejanía, sobrevuelen aparatos de envergadura tan descomunal como los dos aviones C-5 Galaxy que en torno a las 15.00 tomaron tierra en la base aérea, donde ya aguardan varias aeronaves de transporte similares, cazas y una docena de aviones cisterna.
Más ajetreo, aunque en medio del mismo ambiente de calma, se vivió ayer en Rota, donde las tripulaciones de los tres buques de la Armada española ultimaban sus preparativos. Poco antes de embarcar, uno de los marinos de la dotación del buque petrolero Marqués de la Ensenada aseguró que, según la información dada a las tripulaciones, "las tres unidades tienen como destino las aguas próximas al Canal de Suez". El militar se quejó de la acumulación de horas de navegación que soportan los tripulantes que participan en la misión. "Llevamos mucho tiempo navegando y algunos sienten un gran malestar", explicó.
A las dotaciones de estos buques -Galicia, Marqués de la Ensenada y Reina Sofía-, unos 900 efectivos en total, se sumó ayer un operativo de 55 soldados del mando de Ingenieros del Cuartel General Arroquia de Salamanca. La unidad salmantina será desplazada a bordo del buque Galicia, que tiene previsto incorporarse a la Unidad Mixta de Cooperación de los países aliados a Estados Unidos para la asistencia sanitaria y descontaminación a las tropas desplegadas en la zona del conflicto.
Mientras se ultimaban estos preparativos, la emisora norteamericana de radio de la base naval de Rota emitió durante toda la mañana, con un intervalo de 30 minutos, un comunicado dirigido a la población militar norteamericana en el que se informaba sobre el refuerzo de las medidas de seguridad en la instalación en prevención de acciones terroristas.
Mientras, los alcaldes de Rota y El Puerto de Santa María -cuyos términos municipales están afectados por la presencia de la base- Domingo Sánchez Rizo y Hernán Díaz Cortés, respectivamente, mostraron su "profunda preocupación" por las incesantes operaciones aéreas y marítimas en el recinto militar roteño y, en especial, por la "incertidumbre" derivada de la inexistencia de planes de emergencia para sus poblaciones. "Estamos preocupados porque estamos en primera línea. No nos gustaría estar en el ojo del huracán cuando no tenemos un plan de emergencia actualizado", se lamentó Sánchez Rizo, quien alberga esperanzas en que la Subdelegación del Gobierno participe en la reunión que hoy mantendrán los alcaldes y la Junta para planificar medidas de protección civil ante una eventual incidencia.
"Me parece que en este asunto no pueden existir los partidismos políticos porque cuando hay una fuga de queroseno, un accidente aéreo o cualquier catástrofe, estas no entienden de barreras artificiales, como la valla de separación de la base", dijo el alcalde de Rota. Precisamente, el delegado de la Junta de Andalucía en Cádiz, José Antonio Gómez Periñán, denunció que la Dirección General de Protección Civil "desconoce" si tienen que adoptar medidas especiales en estos municipios. "La respuesta de la Subdelegación del Gobierno no ha podido ser más desconcertante. Nos llena de preocupación porque no saben qué es lo que se debe hacer", denunció.
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