La Junta pide al Gobierno que evite un conflicto irreversible en Pickman

El consejero andaluz de Empleo, José Antonio Viera, pidió ayer al Gobierno que "no tensione" la situación y que evite un conflicto "irreversible" en la fábrica de loza Pickman-La Cartuja, de la que han sido despedidos sus 132 empleados. Una representación de éstos comenzó ayer una acampada en Sevilla. Viera advirtió de que, si la situación "se pudre", el conflicto será más difícil de solucionar.

Viera adelantó que la Consejería de Empleo "no va a intervenir en la solución a la crisis económica de Pickman" porque eso es responsabilidad del Estado, aunque garantizó que, "cuando haya un proyecto empresarial viable [para la fábrica], le daremos un trato preferente".

El consejero recordó que, desde el inicio del problema, la Junta, a través de la Delegación de Empleo, ha colaborado en la búsqueda de soluciones, pero insistió en que la "parte esencial" está en manos del Estado. Subrayó que, si en el futuro la factoría cambia de dueños y de estructura empresarial, la Junta, a través del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), ofrecerá ayudas en las mismas condiciones que cualquier otra empresa en crisis.

El conflicto en la fábrica sevillana de loza comenzó a principios de febrero cuando Rumasa -perteneciente al Patrimonio del Estado- ejecutó la garantía hipotecaria que tenía sobre los terrenos de la fábrica, lo que llevó a su propietario, Álvaro Ruiz de Alda, a despedir a los trabajadores con el argumento de un cambio de titularidad en la empresa.

Los empleados de la fábrica de loza iniciaron ayer una acampada frente al Parque de María Luisa de Sevilla por tiempo indefinido para demandar soluciones. Entre otras reivindicaciones, plantean que Patrimonio del Estado "se haga cargo de los salarios" de los 132 trabajadores de Pickman "hasta que el conflicto se resuelva definitivamente" y piden que Cultura proteja el museo de La Cartuja.