_
_
_
_
Crónica:FÚTBOL | Liga de Campeones, última jornada de la segunda fase
Crónica
Texto informativo con interpretación

A cuartos con el miedo en el cuerpo

Un gol de cabeza de Ronaldo rescata al Madrid en Moscú, donde pasó un trago malísimo

José Sámano

Con los pelos de punta y tras llevarse un susto tremendo, el Madrid enlazó anoche con los cuartos de final. Lo hizo acogotado hasta el final, asaltado una y otra vez por el Lokomotiv, que le arrinconó sobre todo en el último tramo, cuando ya había noticias de la trastada de Koller, el gigantón del Dortmund, en San Siro. Un gol del equipo ruso le hubiera dejado en la cuneta, con la décima perdida de vista. Con Casillas y los suyos sopla que te sopla y los chicos del Lokomotiv refugiados en el área blanca, el Madrid sólo pudo sacudirse los fantasmas cuando el árbitro bajó la persiana: aquel milagroso remate de Portillo en Dortmund y el primer cabezazo ganador de Ronaldo como madridista le habían sellado la clasificación. Todo un botín para un equipo que sólo ha ganado tres de sus últimos diez partidos en la Champions.

LOKOMOTIV MOSCÚ 0 - REAL MADRID 1

Lokomotiv: Ovchinnikov; Evseev, Nizhegorodov, Pashinin, Sennikov; Loskov, Mnguni (Julio César, m. 72), Ignashevich, Maminov (Sirkhaev, m. 80); Izmaylov y Pimenov.

Real Madrid: Casillas; Michel Salgado, Helguera, Pavón, Solari; Flavio, Makelele; Figo, Raúl, Zidane (Cambiasso, m. 90); y Ronaldo (Guti, m. 80).

Gol: 0-1. M. 35. Espléndida jugada de Zidane, que toca para Raúl, que a su vez descubre el desmarque de Figo en la banda derecha con un inteligente pase interior y el centro del portugués lo remata de cabeza Ronaldo.

Árbitro: Claude Colombo (Francia). Amonestó a Nizhegorodov.

Unos 18.000 espectadores en el Estadio Lokomotiv. Terreno de juego en muy malas condiciones.

Más información
Un Manchester de pega
Víctor Valdés se rehabilita
"Nunca he visto a nadie tan rápido como Henry"
Máxima expectación en Mestalla
"Físicamente, soy más fuerte que Roy Keane"

La primera victoria del Madrid en Moscú se produjo en el huerto del campo del Lokomotiv, donde bien se podían sembrar cebollas o patatas. Al Madrid le costó un rato largo coger el hilo al encuentro. Tieso por el frío y aturdido por el disloque constante de la pelota, que bailaba y bailaba de forma desobediente, como si rebotara en un paisaje lunar, el equipo de Del Bosque se sintió incapaz de gobernar. Mejor adaptado a los baches, el conjunto ruso tuvo más tino al articular el juego. Como si conocieran palmo a palmo cada hoyo, los jugadores de la locomotora rusa, acertaron a coser alguna que otra acción; sobre todo por la orilla de Solari, relevo ayer del sancionado Roberto Carlos. Al argentino el traje de lateral le quedó largo. Demasiado contemplativo al defender, se vio atropellado en más de una ocasión por Evseev y Loskov, que cargaron todas las baterías sobre el improvisado defensor madridista, poco esculpido para la tarea.

Precisamente por el costado izquierdo de la defensa de Casillas se encadenaron las primeras ocasiones del Lokomotiv. Dos remates secos y venenosos de Izmaylov que hicieron sufrir al portero. Con el duelo de lado ruso, el Madrid quedó a los pies de Helguera y Pavón, sostenes de la infantería enemiga. Apenas había noticias de las megaestrellas, desamparadas en ataque, sin carrete alguno. Hasta que Zidane desafió al arenal.

Tras media hora larga, por una vez, un despeje de la defensa madridista se enroscó en la bota del francés, enquistado en el eje del patatal. Con dos rivales silbándole la coronilla, pisó la pelota con los dos pies al tiempo que giró todo el tronco para mandar al garete a sus escoltas. Una partitura muy propia del francés, pero por la que nadie en su club de fans hubiera apostado un céntimo en una playa semejante. Zidane abrió los ojos a todos y, de inmediato, se asomó Raúl a la jugada. En el balcón del área del Lokomotiv tejió un pase magnífico para Figo, a cuya rosca se enfrentó Ronaldo de cabeza. Una suerte que el brasileño no ha ensayado ni en su infancia, tan alérgico él a meter las narices en jugadas aéreas. En su galería de vídeos cuesta rescatar un remate similar.

Bastó la unión de los cuatro jinetes blancos para que en su primer remate con fuego se inclinara el marcador. Todo un castigo para el animoso grupo local, que se evaporó hasta el descanso. Nada se jugaba en la clasificación y todo apuntaba al derrumbe del Lokomotiv tras la ducha caliente. Pero el Lokomotiv se tomó a las bravas el segundo periodo. Jugó con todo el ímpetu del mundo, con los dientes apretados en cada jugada, hasta que acorraló al equipo español, sometido a un asalto constante. En buena parte por la inconsistencia del Madrid, que reculó más de lo debido y se enredó en su propia trinchera. Sin nadie capaz de envolver el juego, de dar salida al equipo, los madridistas se quedaron a la intemperie, o lo que es lo mismo, al son de sus de dos medios centros. El destajo de Makelele y la apariencia de Flavio crearon un verdadero desasosiego. Cada barrida de uno u otro derivó en una invitación al rival para que lo intentara de nuevo. La tierra dejó en evidencia a los menos sutiles con el balón, que se armaron un lío de cuidado cada vez que se miraron los pies. Cierto que tampoco recibieron excesiva ayuda del resto, por lo que el Madrid se quedó con Ronaldo en el horizonte, a un trecho sideral de sus colegas, y todos los demás achicando agua, especialmente los dos centrales, exigidos a tope. Definitivamente, la siberiana noche moscovita se convirtió en un calvario para la muchachada de Del Bosque tras las inquietantes noticias de San Siro, con el gol de Koller justo cuando más picante ofensivo ponía el equipo ruso. Una mano de Casillas, un desvío inquietante de Helguera y dos remates al techo moscovita, con todo a favor de Loskov y Julio César, anudaron la garganta al Madrid, que se sintió más cerca del precipicio que nunca. Con la nuez enrojecida, el silbato del francés Colombo metió al Madrid en cuartos, donde ya le esperan el Barcelona y el Manchester, dos de sus tres posibles enemigos. Pese a tanta angustia, nunca una victoria en Rusia le fue tan necesaria.

Ronaldo se toca sorprendido la cabeza tras marcar su gol.
Ronaldo se toca sorprendido la cabeza tras marcar su gol.REUTERS

Del Bosque: "Mi día más difícil"

"Se ha sufrido muchísimo. Quizá ha sido el partido más difícil para mí desde que entreno al Real Madrid", dijo Vicente del Bosque tras el encuentro. "Hemos estado permanentemente preocupados por el resultado. A partir del gol hemos defendido la victoria con un gran trabajo. Los rusos se han comportado con deportividad, y aunque han atacado con desorden, lo han hecho con tenacidad. Pero hay que destacar el trabajo de nuestra defensa. El técnico madridista resumió: "Si tuviéramos que poner una nota a esta fase diría que hemos aprobado. Vamos ahora por el notable y si después llega la matrícula de honor, mucho mejor".

Casillas señaló: "Hasta el último momento se ha pasado angustia. Me quedo con el trabajo del equipo". Destacó las dos jugadas decisivas, una mano suya que desvió un balón que se colaba y el fallo de Julio César al borde del final: "En ese momento me he visto fuera de la Liga de Campeones, pero también he pensado que si no marcaban en esa ocasión no lo harían más". Y casi todos se quejaron del estado del campo. "Era casi imposible jugar", dijo Figo

El Madrid sabía que el Borussia Dortmund había marcado en Milán a falta de 10 minutos por medio de Köhler. El empate del Lokomotiv dejaba entonces fuera al cuadro blanco. Pero al final los alemanes lograron un inútil triunfo, otro 0-1, en un partido de juego desastroso que tampoco merecieron ganar. A la contra, sólo se aprovecharon de la desidia de un Milan ya clasificado tras esperar pacientemente su única ocasión. Por algo Salgado dijo: "Después de lo que han hecho [el Milan] me gustaría volver a encontrarme con ellos. Les tengo muchas ganas."

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_