"La connivencia entre el Gobierno y Cajasur es evidente"
Como portavoz de la Asociación para el Fomento y Defensa del Ahorro Cordobés, Antonio Rodero (Badajoz, 1932) confiesa que casi no les da tiempo a los afiliados a tratar los asuntos que ocurren en Cajasur por la velocidad vertiginosa que han cobrado los acontecimientos. Veterinario, catedrático de Genética de la Universidad de Córdoba y director de la Cátedra de Participación Ciudadana, Rodero asegura que el colectivo que representa ha comenzado a captar a ahorradores que, como él, mascan la tremenda preocupación por la polémica que rodea a la entidad que preside el sacerdote Miguel Castillejo. La asociación ha remitido un escrito al Ministerio de Economía para recibir información de todos los pasos que se den entorno a Cajasur.
P. Parece que la carrera de Cajasur por culminar su adhesión al Ministerio de Economía se aceleró al máximo.
R. Así es, pero lo que vuelve a llamar la atención es la rapidez con la que el Ministerio resuelve los asuntos sobre Cajasur. Esto contrasta con otros recursos de toda índole interpuestos desde mucho antes que se depositaran los estatutos o se cimentara la adhesión de Cajasur al Gobierno central. Ojalá todas las cuestiones tuvieran la misma rapidez que ha tenido la aprobación de los estatutos.
P. ¿El resultado en cuanto a los estatutos era el esperado?
R. Estaba previsto y nadie podría pensar que ocurriera de otra manera. La connivencia entre el Ministerio y Cajasur es evidente.
P. ¿No le parece irónico que el pasado 28 de diciembre la Asamblea decidiera recortar la representación de los impositores?
R. Aquello fue como hacerse el haraquiri. Y ha tenido que venir el Ministerio de Economía para incrementar un poco la representación que los impositores decidieron perder en su día al aprobar mayoritariamente los estatutos. Aquello estaba muy bien atado por Castillejo.
P. ¿No le provoca esto ciertas sospechas?
R. Por supuesto. Tengo ahorros en la caja desde hace muchos años y jamás he recibido información sobre proceso alguno que se celebre en la entidad. Ni siquiera sé quiénes eligen a esos impositores que se supone que representan a la sociedad cordobesa. No fueron elegidos democráticamente y los empleados lo tienen más difícil porque se hubieran ido a la calle ante cualquier discrepancia, algo que ha ocurrido en otras ocasiones.
P. ¿Las irregularidades reveladas en el informe de la Junta de Andalucía han elevado la tensión?.
R. Sí, y esta situación coleará unos cuantos meses. Esto pudo ser una anécdota, pero no lo ha sido porque la Iglesia ha ocultado todo lo que ha ocurrido en la caja. Y esto es de una enorme gravedad.
P. Hablando de la Iglesia, ¿Qué opina del traslado del obispo Javier Martínez?
R. La Iglesia es una institución de muchos siglos y mucha experiencia y actúa con calma. Se verá con el tiempo que el traslado del obispo no ha sido una victoria de Castillejo. A la Iglesia no le importa que pasen meses, pero creo que la situación violenta en la que ha quedado la jerarquía eclesial quedará restablecida con la jubilación de Castillejo, ya que la nueva figura del consejero delegado en la caja no resuelve el problema de aquel enfrentamiento ante la autoridad eclesial en la ciudad.
P. ¿Debe ir Castillejo al Parlamento andaluz a explicar las presuntas irregularidades?
R. No es el primero que se niega a comparecer ante el Parlamento. Pero lo cierto es que en la sociedad cordobesa se han dicho cosas que no han sido rebatidas.
P. ¿Qué cosas?
R. En Córdoba aparecieron panfletos que decían que Castillejo se estaba enriqueciendo y que acumulaba bienes por más de seis millones de euros. Eso no se ha desmentido y no es admisible. A lo mejor es legal, pero moralmente no es aceptable. Ante esto no se puede hacer como el avestruz. Lo que sí debería haber es una comparecencia ante los órganos de la caja en la que se expliquen todas estas circunstancias.
P. ¿Y todas esas supuestas irregularidades afectan a Cajasur como empresa?
R. La ley del mercado es clara y si hay alguien en baja forma el otro, la competencia, se aprovecha. Todo esto se hubiera evitado si se hubieran aclarado las cosas cuando el obispo opinó.
P. El obispo expuso su postura, pero ¿cuál ha sido el papel de la sociedad cordobesa?
R. Castillejo siempre ha funcionando comprando voluntades de forma arbitraria y sin someter las decisiones a control alguno. La gente identifica las ayudas como de Castillejo y no de la obra social. De eso es consciente toda la sociedad cordobesa, que en parte lo ha aceptado y tiene su porción de culpa. Un ejemplo es el ayuntamiento, que no está teniendo una actitud beligerante porque seguramente mantiene multitud de créditos con Cajasur. De todas maneras, la situación están cambiando porque la posición de Castillejo y su equipo es más débil.
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