Sentencia

Cuando el otro día vi que le dedicaban la contraportada a la noticia de la sentencia del Tribunal Supremo condenando al dueño de una discoteca de otra ciudad por los ruidos y los problemas ocasionados a los vecinos de la finca donde se ubicaba, pensé que había sido necesaria una sentencia del alto tribunal para que su periódico, por fin, se sensibilizara ante un problema que tantos vecinos de Madrid hemos padecido y padecemos.

Me consta que su periódico ha recibido muchas cartas, todas ellas de vecinos angustiados, en Madrid, que sufren idénticos problemas. El tratamiento que su periódico, el mío también, pues soy lector diario, ha dado a ese grave problema siempre ha sido parcial, dando a los empresarios, y sobre todo a la asociación de bares de copas, un protagonismo y una relevancia a sus opiniones que dejaba oscurecido casi siempre el tremendo problema que para centenares de vecinos supone que esta ciudad se haya llenado de bares, colapsando incluso muchas de sus calles, con todos los añadidos que ello conlleva.

Si ustedes han dado alguna vez importancia a estos problemas, siempre ha sido desde el punto de vista del consumo de alcohol, sobre todo en menores, que no dudo es muy grave, pero se han olvidado de que muchos vecinos, incluso con hijos menores, han tenido que cambiar de casa, otros están desesperados sin saber qué hacer y otros ven cómo las únicas soluciones que se aportan son las de aislarles en sus pisos, entre gruesos cristales, como parece que se quiere hacer.

Por cierto, en los programas electorales, al menos en lo que ha difundido la prensa, no he visto ni una sola alusión al problema que trata la sentencia del Supremo y que todavía, no lo olviden, sigue siendo Madrid uno de los más importantes para la mayoría de los barrios del centro.