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Antropólogas de Granada dicen que ciertas culturas tradicionales justifican la violencia contra las mujeres

Un libro colectivo sobre las nuevas desigualdades de género relacionadas con la inmigración, publicado por la Universidad de Granada y el Área de la Mujer de la Diputación Provincial, alerta de cómo la defensa de ciertas culturas tradicionales o seculares en realidad justifica ciertas formas de violencia contra las mujeres.

Carmen Gregorio Gil y Belén Agrela Romero, del departamento de Antropología y Trabajo Social de Granada, son las editoras del volumen colectivo Mujeres de un solo mundo: globalización y multiculturalismo editado recientemente por la Universidad de Granada dentro de la colección Feminae, dedicada a tratar temas relativos a la mujer. Una docena de especialistas participan, además de las coordinadoras, en el análisis de las diferentes realidades que viven, o padecen, mujeres que residen en diferentes espacios del planeta pero sujetas al complejo fenómeno de la globalización.

Patricia Bifani, Helen Safa, Eva Evers Rosander, Gradys Nieto, María Angustia Parejo Fernández, María Soledad Vieitez Cerdeño, Pilar Rodríguez Martínez, Tana Araujo, Luzenir Caixeta, Astrid Sub y María García Cano Torrico aportan también sus puntos de vista en el volumen.

Momento adecuado

Carmen Gregorio considera que éste es el momento adecuado para analizar "las nuevas formas de pobreza, violencia y desigualdad de las mujeres dentro del contexto de la globalización".

A partir de diferentes contribuciones, las autoras han puesto de manifiesto cómo "la internacionalización del capital se sigue aprovechando de los significados de ser mujer", señaló Carmen Gregorio. Y citan a las mujeres subempleadas por las multinacionales en tareas relacionadas con la microinformática, a las que desarrollan tareas domésticas o las que caen en manos de las redes de la prostitución.

Las nuevas "retóricas de la exclusión", señala Carmen Gregorio, encuentran precisamente su justificación en las diferencias culturales. De ahí que sea necesario "vigilar la utilización del concepto de cultura, pero también una reflexión profunda por parte del feminismo en el esfuerzo de incorporar formas de lucha que no dejen fuera a las mujeres racializadas, inmigrantes procedentes de los países de sur", añaden las autoras. A su entender, la defensa de las culturas tradicionales o seculares implica también la defensa de un tipo de violencia ejercida contra las mujeres que en ocasiones pasa desapercibida.

Análisis de género

El volumen, que consta de cerca de 400 páginas, está destinado a llenar una laguna, por lo demás nunca completa en el análisis de género "al ofrecer claves para pensar los procesos de exclusión y desigualdad derivados de múltiples diferenciaciones, como país de procedencia, clase social y carácter étnico o religión".

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