Un escultor instala por sorpresa en Granada una obra a favor de la paz
Una escultura metálica de 12,5 metros de alto por 6 de ancho en la que se puede leer No a la guerra apareció la mañana del miércoles colocada en la glorieta de una importante zona de acceso a Granada. Cerca de 40 personas participaron por la noche en la instalación de esta obra del joven artista granadino César Molina, que planeó esta acción como una protesta original contra el conflicto armado.
El Ayuntamiento de Granada, que no fue informado en ningún momento, ha decidido mantener temporalmente la escultura en ese lugar porque se trata de "una manifestación espontánea" , expuso ayer el concejal de Urbanismo, Francisco Ruiz Dávila.
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