"El sistema educativo vasco no genera violencia"

El investigador Javier Murillo (Madrid, 1963), profesor de la Universidad Complutense, fue cesado el pasado otoño de su cargo de director del Programa de Estudios del Centro de Investigación y Documentación Educativa (CIDE) del Ministerio de Educación, tras manifestar que el sistema educativo vasco es "ejemplar" y "un modelo a seguir". Hace unos días ratificó sus palabras en San Sebastián, donde, invitado por la UPV, ofreció una conferencia titulada La educación vasca vista desde el exterior: las claves del éxito.

Pregunta. ¿Cómo argumenta la calidad del sistema educativo vasco?

Respuesta. La revisión de los indicadores de proceso y resultado nos afirman que las cosas están funcionando bien. Por ejemplo, el fracaso escolar, es decir, el porcentaje de alumnos que no obtiene el título de graduado en la ESO, es la mitad que la media española: un 12% frente al 25%. A eso hay que añadir unas tasas más altas de escolarización en enseñanza no obligatoria, así como sueldos de los profesores más altos, mayor autonomía de los centros, un buen sistema de formación del profesorado, mucha más financiación, mucho más dinero dedicado a becas y ayudas al estudio...

P. ¿Por qué recibe entonces tantos ataques?

R. Es una cuestión simplemente política. Hace seis años había buenas relaciones entre los gobiernos vasco y central. Ahora son malas y esa confrontación se ha reflejado en una serie de afirmaciones que no tienen sentido, como el mal funcionamiento del sistema educativo vasco.

P. Quienes lo atacan aducen, por ejemplo, que en los libros se habla de Euskal Herria.

R. Puede ser un elemento importante, pero, en cualquier caso, no es un factor de calidad. Que aparezca más que la palabra España, bueno, también se ve justificado por la concepción didáctica de lo más cercano a lo más lejano. También en Madrid se habla más de Madrid.

P. Hay incluso quien, como Enrique Villar, ha declarado que contribuye al "relevo generacional de ETA".

R. El sistema educativo vasco lo construyen el conjunto de profesores, padres, alumnos, directivos, responsables administrativos... y estoy convencido de que ese conjunto de personas no tiene en ningún caso interés de generar terroristas. No olvidemos que la mayor cantera de terrorismo fue la escuela franquista y no creo que fuera especialmente nacionalista vasca.

P. Hay profesores, sobre todo universitarios, que viven amenazados. ¿Cómo interfiere eso en el sistema educativo?

R. Es verdad. Es triste y preocupante. Pero las excepciones no constituyen la norma. Hay situaciones difíciles en otras regiones, y eso no hace que haya una descalificación global del sistema educativo y, sobre todo, de su calidad. El sistema educativo vasco sufre esa violencia, en ningún caso la genera.