Mercados al límite
Los mercados de valores mantienen la trayectoria negativa impuesta por una situación internacional cada vez más confusa. Ya no es sólo el miedo a una guerra en la principal zona de producción de petróleo del mundo, ahora los inversores empiezan a "atenerse a las consecuencias" que puedan tener en el futuro los enfrentamientos entre Estados Unidos y los países que no secunden su estrategia.
Si a esto se le añade la ya habitual mala situación de la economía y algunos resultados empresariales conocidos ayer, los nuevos mínimos anuales que marcaron en esta última jornada la mayoría de los indicadores bursátiles llegaron como una consecuencia lógica y, por tanto, sin acompañamiento de dramatismo alguno.
El pesimismo empieza a ser el estado de ánimo normal entre los inversores, sobre todo ahora que ya es tarde para deshacer posiciones sin acumular importantes pérdidas y cuando nadie se atreve a asumir nuevos riesgos, pues todo el mundo cree que habrá ocasión de comprar a precios más bajos.
Las principales reacciones de esta jornada se producen en la renta fija y en el euro. La rentabilidad del bono español a 10 años cayó ayer al nuevo mínimo anual del 3,80% como consecuencia del trasvase de dinero hacia la renta fija, mientras que el euro consolida posiciones ante el dólar, al que últimamente no se reconoce como la moneda refugio que ha sido siempre en tiempos de crisis. El euro alcanzó ayer su valor máximo de este año frente al dólar, con un cambio oficial de 1,1042 dólares por euro.
El Ibex 35 perdió el 2,57% para cerrar en 5.569,40 puntos, al tiempo que Madrid pierde los 600 puntos al bajar el 2,23%. La contratación en el Mercado Continuo fue de 1.901,50 millones de euros, con casi el 30% en operaciones institucionales.
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