_
_
_
_
Reportaje:

Al mercado libre se le funden los plomos

La liberalización del gas y la electricidad no despega entre los pequeños usuarios y las pymes

A dos meses de la liberalización total de la electricidad y el gas, son pocas las pymes y usuarios domésticos que han abandonado el suministro a tarifa o han cambiado de compañía. Se da la paradoja, además, que el motor de estos escasos cambios está siendo el consumidor, que está solicitando ofertas, y no la acción comercial de los suministradores y comercializadores, que deben disputarse el nuevo mercado.

Dificultades técnicas y normativas y un escaso atractivo en precios explican que 25 millones de usuarios sigan abonados a la tarifa

Desde el 1 de enero, 21 millones de consumidores de electricidad y 4 millones de consumidores de gas pueden cambiar de compañía y contratar en el mercado libre; pero dos meses después casi ninguno lo ha hecho. Dificultades técnicas y administrativas, derivadas de la aprobación de la liberalización en vísperas de su entrada en vigor, y por tanto sin la elaboración de las necesarias normas para el desarrollo de dicha ley, y el escaso atractivo de márgenes en precios que permiten al mercado libre la tarifa reguladas, explican que poco o nada haya cambiado.

Endesa e Iberdrola aseguran que hay unas decenas de miles de usuarios domésticos y pymes que están tramitando con ellos su incorporación al mercado liberalizado, pero en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) no tienen noticia de que ningún consumidor doméstico haya cambiado de compañía, y en la Asociación de Consumidores de Electricidad de la Pyme (ACE), que integra 15.000 empresas, confirman que aún no han suscrito contratos acogidos a la nueva normativa.

Todos, empresas, consumidores y hasta la Comisión Nacional de la Energía (CNE), recortan además las expectativas creadas con la liberalización. Al mercado libre, que se inició en enero de 1998 para los grandes consumidores eléctricos y se ha ido extendiendo paulatinamente, sólo se había acogido en torno a un 30% del consumo liberalizado en diciembre de 2002. En gas el porcentaje es mayor, un 70% del consumo, "aunque el número de clientes que han abandonado el suministro a tarifa es muy pequeño", señalan en la CNE. Los mayores consumidores, químicas y metalúrgicas, nunca han querido incorporarse al mercado libre, aunque desde hace años podían hacerlo, y han preferido seguir con la tarifa regulada para suministros interrumpibles.

Un balance no demasiado brillante que no ha variado sustancialemente, en los dos últimos meses, con la ampliación de la liberalización a todos los consumidores. "En términos cuantitativos, y cualitativos, los cambios producidos hasta hoy han sido poco significativos", reconocen en Hidrocantábrico. "Las razones", agregan, "son varias, y entre ellas no es la menor el grado de satisfacción general de los clientes con sus actuales proveedores" y "el prácticamente inexistente margen para la reducción del coste de la electricidad, después de varios años de minoración sistemática del mismo, hasta sobrepasar un 30% en términos reales. También debe tenerse en cuenta que de los 22 millones de clientes que ahora se han liberalizado, sólo 500.000 tienen consumos de cierta relevancia, y son susceptibles de negociar una mínima mejora del precio que pagan".

A sus clientes, la eléctrica asturiana oferta un servicio integral de gas y electricidad, al que incorpora otras prestaciones que van desde la asesoría energética al mantenimiento de receptores, seguros asociados a los mismos, así como, en general, servicios de valor añadido de las empresas de su grupo.

Un proceso lento

Un discurso y una estrategia que en general comparten todas las eléctricas. El presidente de Gas Natural Servicios, Joan Palau, y el director general de comercialización de Endesa, Javier Uriarte, señalan también como causa del escaso despegue del nuevo mercado liberalizado desde enero los retrasos normativos y la complejidad de adaptar todos los procesos de información entre compañías, en los casos de cambio de suministrador, y a nivel interno para adecuar a la nueva situación sus sistemas informáticos y operativos. Palau apunta también que los efectos de la liberalización en los mercados de gas y electricidad no son inmediatos, como se ha demostrado en otros países como Alemania y Reino Unido, donde han trascurrido años antes de que los porcentajes de consumidores que han cambiado de compañía o han abandonado el mercado regulado hayan sido mínimamente significativos.

Tanto Endesa como Gas Natural ofrecen incentivos cruzados en el consumo de gas y electricidad, se confiesan selectivos a la hora de abordar el mercado de pymes y piensan ofrecer, como el resto de sus competidoras, "calidad en el suministro y en la atención al cliente" y una batería de servicios y productos ajenos al suministro energético que aporten valor añadido al consumidor. Gas Natural quiere conservar su cuota máxima autorizada en gas, un 70% del mercado, y ampliar sustancialmente su negocio eléctrico.

La estrategia de Iberdrola, según su director de marketing, Vicente Porcar, responde a la que adoptó el grupo en su reciente cambio de imagen de marca: eficiencia, innovación, respeto al medio ambiente y vocación de servicio. A estos criterios responden sus ofertas, que incluyen, según el tipo de contrato, 240 kilovatios/hora gratis en consumo de gas, descuentos de hasta el 10% en contrataciones conjuntas de gas y electricidad y servicios y productos de valor añadido. Ultima también la oferta de un "contrato verde", que certificará el suministro con energía renovable.

Compartir riesgo

Unión Fenosa, por su parte, afronta la liberalización con las ideas muy claras. "No vamos a entrar en la batalla de las rebajas para captar clientes y lo hemos demostrado ya en el concurso de suministro de Renfe". "Nuestras ofertas para grandes consumidores van a contemplar la posible evolución de los precios de los combustibles, que no está contemplada en la tarifa, para compartir riesgos con el cliente. En el mercado de pymes vamos a segmentar y agrupar colectivos, y en ususarios domésticos, no estamos por entrar en la batalla por el céntimo", agregan.

Viesgo, según su director comercial, Juan Ángel Manso, afronta la liberalización dos objetivos comerciales: desarrollar una posición de liderazgo en Cantabria, donde el 50% de las compañías de alta tensión están ya en el mercado libre, y lograr a medio plazo una presencia significativa en el resto de la península Ibérica. Su idea es estudiar individualmente cada contrato y primar la relación con el cliente a largo plazo.

Los nuevos operadores, comercializadores ajenos a las mayores eléctricas, tampoco han mostrado mucho dinamismo hasta ahora. Centra, la filial de la multinacional británica, confiesa que "le gustaría ir más deprisa". "Se nos autorizó a operar en noviembre", señala Alfredo Huertas, y "estamos todavía preparandonos para poder dar un buen servicio, pero esperamos poder realizar pronto ofertas. Creemos que sí existen segmentos interesantes dentro de los nuevos colectivos liberalizados".

Desinterés de las compañías y de los consumidores

No existen datos sobre los cambios que se han producido en los dos meses de apertura del mercado de pymes y doméstico, pero son escasos, reconocen en la CNE. Este organismo tiene previsto crear un observatorio del mercado libre si los distintos operadores le facilitan los datos.

La iniciativa no es baladí. La OCU, según informa su director general, Jóse María Múgica, aconseja a sus asociados no abandonar la tarifa regulada "porque el precio es el único criterio que puede llevar a un consumidor a cambiar de compañía, dado que la calidad no dependerá de las comercializadoras" y no se ha previsto "un organismo que informe sobre los precios que aplican las distintas comercializadoras y es casi imposible comparar precios". Además, agrega, "no parece que a corto o medio plazo vaya a ser interesante cambiar de opción", y quien lo haga, y se equivoque, "tendrá que esperar un año para poder volver a cambiar".

Francisco Espinosa, representante de las pymes consumidoras de electricidad, denuncia también el escaso o nulo interés de las compañías. "No hay campaña publitaria de las comercializadoras por ninguna parte. Nosotros hemos tenido que tomar la iniciativa, porque ningún proveedor se había puesto en contacto con nosotros y solicitar ofertas. Probablemente este mes, después de pelearnos mucho, logremos firmar algún contrato para nuestros asociados con un abaratamiento del suministro de en torno al 3%".

Los precios al consumidor en el mercado libre, señala Espinosa, van a depender en última instancia del precio de cierre de ejercicio en el pool eléctrico, el mercado mayorista, que debería bajar por la alta pluviosidad de los últimos meses, pero que al final puede depender más del acuerdo político entre generadores que de los costes de producción.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_