Interior investiga las relaciones de los cinco detenidos con el 'cerebro' del ataque del 11-S
La Guardia Civil cree que siete empresas españolas ayudaron financieramente a Al Qaeda
Los cuatro españoles detenidos en Valencia y el paquistaní arrestado en Logroño presuntamente colaboraban a través de siete empresas en la financiación de la red de Al Qaeda, según aseguró ayer en Santander el ministro del Interior, Ángel Acebes. Las pesquisas de la Guardia Civil en España apuntan a que los arrestados habrían mantenido relaciones con Khalid Sheik Mohamed, detenido el pasado 1 de marzo en Pakistán, y que está considerado el número 3 de Osama Bin Laden y el cerebro organizador del 11-S y otros atentados.
Fuentes de la lucha antiterrorista indicaron que los detenidos serían una "sección o división financiera para un área territorial determinada" de la red Al Qaeda. Estos medios añadieron que se ha comprobado el envío de dinero, a través de sistemas bancarios ordinarios, a varios países, entre ellos Jordania, con el fin de "adquirir material, facilitar los desplazamientos y ocultamientos" de seguidores de Al Qaeda. Los responsables de esa sección, "de segundo nivel", serían los ahora detenidos: los españoles María Dolores y Enrique Cerdá, Federico Tarazona Tarazona y Francisco Palop Monje, todos arrestados en Valencia, y el paquistaní Ahmed Rukhsar, capturado en Logroño. Sus familias han negado cualquier vínculo con el terrorimo radical islamista.
Todos habían sido investigados hace años por la Guardia Civil (por sus hipotéticos vínculos con otros grupos en Alemania y Francia), pero su posible relación con Al Qaeda sólo ha podido concretarse tras las pesquisas del juez antiterrorista francés especializado en asuntos islámicos (y también en los GRAPO), Jean Louis Bruguire, el mismo que instó la polémica detención en Cataluña de 19 supuestos miembros de Al Qaeda. Los nombres de los españoles y de sus empresas surgieron tras el arresto en Francia, en noviembre último, de ocho personas por su presunta relación con el atentado perpetrado el pasado 11 de abril contra la sinagoga de Yerba (Túnez), el primero perpetrado tras los ataques del 11-S, con un balance de 19 fallecidos.
De esas investigaciones se dedujo la supuesta relación de varios de los detenidos en España con Khalid Sheik Mohamed, el supuesto número 3 de Al Qaeda, detenido el pasado 1 de marzo en Pakistán. Éste estaba buscado desde 1996 por el FBI tras ser acusado de planificar el derribo de 12 aviones comerciales de Estados Unidos, en ruta entre dicho país y Filipinas. Posteriormente fue vinculado con el atentado en Yemen contra el barco USS Cole en el año 2000; con el asesinato del periodista Daniel Pearl; con los ataques del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono y, finalmente, con el atentado de la isla de Yerba.
Si todo lo que el FBI y la CIA dicen de él es cierto, la captura de Khalid Sheik provocará un goteo de detenciones en todo el mundo, especialmente en Oriente Próximo, EE UU, el sureste asiático y Europa. Y si también es cierto lo que cuentan los servicios antiterroristas españoles consultados, los detenidos en España habrían mantenido "contactos telefónicos" con Khalid Sheik Mohamed, de 28 años y nacido en Kuwait.
De ahí el interés mostrado por las policías de seis países en la detención de los españoles. Las pesquisas se han desarrollado en colaboración con servicios policiales de Francia y Alemania y con aportaciones de Portugal, Estados Unidos, Suiza y Túnez, país este último del que arrancó la investigación tras el atentado de Yerba.
La operación estaba diseñada para restar "capacidad operativa" y financiera a Al Qaeda, con la que supuestamente estaban relacionados los detenidos, y, al mismo tiempo, comprobar los posibles vínculos "indirectos" de los detenidos con el atentado perpetrado en Yerba. La información facilitada por Interior apunta a la existencia de "un entramado organizado de personas y empresas en España que estaría integrado en Al Qaeda y cuya función sería, presuntamente, el envío de fondos a distintas partes del mundo por sistemas bancarios ordinarios para mantener financieramente a parte de esa organización, adquirir material, facilitar los desplazamientos y ocultamiento de sus miembros, entre otras misiones".
Estos movimientos se efectuarían a través de las empresas de los detenidos y que también han sido registradas. Dichas firmas son Hispania de Calcomanías, Pesca Deportiva Rubén, Onix Hispania Valenciana, Tecderer, Ceramic Management Thecnology y New Lagtal, esta última de Logroño. Acebes añadió que también se está investigando si dichas firmas eran utilizadas para el blanqueo de dinero, aunque el ministro no precisó el origen de esos fondos.
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