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Las bolsas ya cotizan a los niveles de hace seis años tras cerrar una semana de fuertes pérdidas

La crisis bélica empuja al euro, que sube en cinco días el 2,25% frente al dólar y cambia a 1,103

Las bolsas mundiales cerraron ayer una semana de fuertes retrocesos que colocaron a las bolsas de Madrid, París y Francfort en sus mínimos del año. La incertidumbre sobre el conflicto bélico entre Estados Unidos e Irak y el deterioro económico expulsan a los inversores de los mercados de acciones, que cotizan a los niveles de hace seis años. El Ibex 35 perdió ayer el 1,70%; París, el 2,26%; Londres, el 1,79%, y Francfort, el 0,24%. Las bolsas estadounidenses consiguieron remontar tras un inicio bajista. El euro brilla en este contexto y se ha revalorizado el 2,25% frente al dólar en la semana.

Las principales bolsas mundiales cierran la semana con importantes pérdidas que han dejado sus indicadores en mínimos anuales. En las últimas cinco sesiones, el Ibex 35 de la bolsa española ha perdido el 4,72% de su valor; París, casi un 7%; Londres, el 4,49%, y Francfort, el 4,53%. También los mercados estadounidenses han acumulado pérdidas, aunque de menor cuantía, en torno al 2,50%.

Un importante recorte de los indicadores que devuelve a los mercados a sus niveles de hace seis o siete años. El mercado alemán, junto al francés, es el más castigado en el año, con una pérdida acumulada cercana al 16%, con un nivel desconocido desde octubre de 1996. Los años de bonanza bursátil, rematados con la euforia de los valores tecnológicos, se han esfumado en los tres últimos ejercicios. La bolsa londinense, por su parte, coloca sus índices en idénticos guarismos a los marcados en mayo de 1996, mientras que el resto de bolsas europeas se asienta en sus cotas de 1997. Es el mercado estadounidense reflejado en su índice Dow Jones el que muestra un mejor aguante, y habría que remontarse a junio de 1998 para encontrar estos precios.

Las malas noticias sobre la posibilidad de un enfrentamiento bélico entre Estados Unidos e Irak se conjugan con malos datos económicos y resultados o expectativas poco favorables para las compañías. Ayer, el dato más esperado fue el índice de desempleo en Estados Unidos, que durante febrero subió una décima y se colocó en el 5,8%. Durante el mes pasado, la economía estadounidense perdió 308.000 puestos de trabajo, la mayor disminución del empleo desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Pese al mal dato de paro, las bolsas estadounidenses consiguieron remontar una apertura bajista, aunque la alegría duró poco y volvieron las ventas dos horas antes del cierre.

La otra clave, esta vez geopolítica, eran las declaraciones del jefe de la misión de inspectores de desarme de la ONU en Irak, Hans Blix, que aseguró ante la ONU que el régimen de Sadam Husein está prestando una cooperación activa desde finales del pasado enero, pero que esta colaboración no puede considerarse inmediata tal y como exigía la resolución 1.441. A ello se sumaron rumores sobre la posible captura de Bin Laden que animaron momentáneamente a los inversores estadounidenses. También el fabricante de microprocesadores Intel echó más leña al fuego al apuntar que había caído la demanda de sus productos, con lo que ello implica para el conjunto de la industria tecnológica.

En este negativo panorama, el euro salió fortalecido, sobre todo después de publicarse las cifras de paro en Estados Unidos, lo que provocó que la divisa europea se revalorizara hasta 1,1061 dólares, frente a los 1,1036 de minutos antes de conocer la noticia. El Banco Central Europeo estableció el cambio oficial en 1,103 dólares, lo que supone un avance del 2,25% sobre el cierre del viernes anterior. Una diferencia muy considerable tratándose del mercado de divisas y que coloca el euro en sus fuertes niveles de inicio de la moneda única en 1999.

Los mercados de deuda se vieron también favorecidos con el bono español a 10 años en sus mínimos anuales y ya sin diferencial respecto al alemán. El dinero sigue buscando el refugio de la deuda.

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