La represalia israelí causa 11 muertos y 140 heridos en Gaza

Once palestinos, entre ellos ocho civiles y tres combatientes, fallecieron y otros 140 resultaron heridos de diversa consideración como consecuencia de una nueva incursión efectuada por el Ejército israelí en la franja de Gaza. La operación, duramente condenada por los dirigentes palestinos y criticada desde Washington y Bruselas, fue justificada por el portavoz militar tras la detención de un dirigente del movimiento islamista Hamás.

Por otro lado, las fuerzas de seguridad israelíes arrestaron en Hebrón al padre y a dos hermanos del suicida que se inmoló este pasado miércoles en Haifa, donde mató a 15 israelíes. El Ejército israelí efectuó ayer la incursión más larga y una de las más intensas en los campos de refugiados de la franja a de Gaza desde que comenzara la Intifada. Según testigos, los tanques y helicópteros de combate permanecieron durante nueve horas en Yabalia, un campamento en el que viven casi 100.000 personas.

Concluida la operación, la oficina del portavoz militar emitió un comunicado en el que se congratulaba por la detención de Abdel Karim Ziada, un dirigente del movimiento islamista radical Hamás, cuya vivienda familiar fue dinamitada por los artificieros. Según el comunicado, Ziada era un dirigente del brazo militar, al que confiscaron un importante alijo de armas y de explosivos.

"Las detenciones de activistas y las demoliciones de sus casas no son más que una excusa para entrar en el campo sin otro objetivo que destruir y matar", argumentó Kayed Hammad, quien sintió cómo un obús de tanque hacía explosión junto a su tienda de electrónica, ubicada en la principal intersección de Yabalia. "Y tampoco me vale que me digan que es reacción al atentado de Haifa, pues durante las últimas semanas no ha habido atentados y sin embargo atacaron sucesivamente Nuseirat, El Bureij y Jan Yunis, y mataron a más de 70 personas en un mes", agregó Hammad, quien estudió durante cuatro años en una escuela de formación profesional de Málaga. A partir de ahora tendrá que hacer horas extras para pagar los desperfectos ocasionados a su tienda, los electrodomésticos de clientes dañados y su Seat 127, que quedó totalmente inutilizado por el impacto de la metralla.

Polémica en torno al obús

Varios testigos presenciales aseguraron que, pasadas las siete de la mañana, cuando las tropas israelíes estaban ya retirándose, la explosión del proyectil en cuestión causó la muerte a ocho civiles, entre ellos un bombero que estaba extinguiendo las llamas de una tienda de muebles que se estaba incendiando en la calle Al Quds, a pocos metros del establecimiento de Hammad.

Entre las víctimas se encontraban también cinco jóvenes, de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, que se habían acercado a presenciar cómo los bomberos combatían el incendio. La metralla desprendida por el explosivo, que salió proyectada en todas direcciones, hirió a otras treinta personas, entre ellas un cámara de la agencia Reuters.

Hablando en nombre de la comandancia del Ejército en la franja de Gaza, el general de brigada Gadi Shami negó que la letal explosión fuera provocada por un proyectil disparado por uno de los más de 30 tanques que penetraron en Yabalia, destrozando aceras, postes de teléfono y electricidad a su paso. "Nosotros disparamos contra un terrorista que intentaba lanzar un misil antitanque contra nuestras tropas, sin ninguna intención de dañar a civiles", aseguró Shami ante los micrófonos de la emisora de radio militar israelí, Galgalatz. De acuerdo al oficial, la explosión fue provocada por un artefacto colocado por las milicias palestinas. No obstante, según las impresionantes imágenes difundidas por televisión, en que se observa parcialmente la explosión y el caos provocado por ésta, resulta muy difícil discernir lo que realmente ocurrió.

El jefe del equipo de negociaciones de la Autoridad Nacional Palestina, Saeb Erekat, calificó la incursión de un "acto de venganza" por el atentado registrado el día anterior en Haifa. "Responsabilizamos completamente al Gobierno israelí por lo ocurrido", dijo Erekat. Sin embargo, un portavoz de la oficina del primer ministro israelí, David Baker, negó que se tratara de una venganza y afirmó que "Israel lamenta la muerte de cualquier civil".