TVE compró a la intermediaria Beggard películas por 13 millones

La utilización de empresas intermediarias en la compra de derechos cinematográficos para televisión se asentó en la época en la que el Ente Público RTVE estuvo al mando de Fernando López-Amor, actual diputado del PP. Una de las empresas beneficiadas por esta práctica, censurada por el Tribunal de Cuentas, fue Beggard Trans, que se llevó el segundo contrato más voluminoso de 1998. TVE pagó por un paquete de 71 largometrajes 13,7 millones de euros. Sobre algunas cintas emitidas, Tele 5 reclamó la exclusiva.

En 1998, TVE firmó los principales contratos de derechos de emisión con la multinacional Columbia Tristar Int (85,1 millones de euros), Beggard Trans (13,7 millones) y Hamdom Entertainment (3,6 millones). La contratación global de derechos de emisión ascendió a 115,8 millones. Pero la gran explosión fue en 1997, con 165,9 millones. Ese año entraron en juego las intermediarias Sivsa (15,9) y Drimtin (11,5). Además,TVE alcanzó un acuerdo con José Frade por 9,6 millones.

El contrato con Beggard y los flecos derivados de la negociación adquieren tintes de culebrón. Administrada entonces por Guillermo Regalado, la compañía se dedicaba al negocio de la promoción inmobiliaria y pocas semanas antes de firmar el contrato con TVE amplió su actividad al asesoramiento de empresas audiovisuales. La firma se estampó, en dos contratos independientes, el 27 de julio de 1998. Incluía la venta de derechos de emisión de 152 largometrajes por un total de 23,2 millones de euros.

Finalmente, el contrato que contenía las cintas más atractivas (81 películas, entre las que figuraban Forrest Gump, Misión imposible y Sabrina, valorado en 9,6 millones) fue anulado. Se mantuvo en vigor el paquete de 71 largometrajes (13,7 millones), cuyos principales títulos eran Cadena perpetua, La máscara y Malicia.

Los derechos de algunas películas, sin embargo, no estaban muy definidos. Un paquete carecía de periodo de licencia, otros tenían fechas muy cortas (entre 5 y 11 meses, cuando lo habitual son dos años) y en algunos casos se produjeron retrasos en la entrega de materiales, según puso en su día de manifiesto la Intervención Delegada de Hacienda en RTVE.

Sobre otras películas incluidas en el contrato (el caso de Atracción fatal, propiedad de la Paramount), saltó la polémica a varias bandas. TVE emitió esa cinta el 1 de agosto de 1999 y poco después la asesoría jurídica de Tele 5 se enzarzó en una disputa con la televisión pública al notificar por conducto notarial que tenía en su poder "todos los derechos de emisión" desde abril de 1998 a abril de 2004.

Beggard Trasn había adquirido a la sociedad Intmov Services, con domicilio social en Budapest (Hungría), el catálogo de títulos que más tarde negoció con TVE, comprometiéndose a entregarlo con banda de sonido doblada al castellano.

TVE consideró "de extrema gravedad" la emisión de un largometraje sobre el que aparentemente no tenía derechos. Ante las protestas de Tele 5, Beggard presentó un documento según el cual un notario de Ginebra había certificado que los títulos vendidos en su día por Intmov Service eran correctos. Beggard respondió más tarde que en realidad algunos derechos eran de TV-3 y fueron sublicenciados a su nombre.

En el caso de Hamdom Entertainment, se rubricó un contrato en blanco. A la firma del acuerdo no se conocía ningún título de los que lo componían.

Los órganos fiscalizadores precisaban que siendo TVE la principal empresa en la adquisición de derechos de emisión, debería contratar directamente con los distribuidores originales, como se venía haciendo hasta entonces. Además, criticaron la utilización de acuerdos-marco con intermediarios, ya que TVE podría haberse ahorrado el coste de los servicios y el beneficio de estas empresas.