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Trinidad Jiménez promete una comisaría y escuelas infantiles en el distrito de Barajas

La candidata socialista asegura que llevará el metro hasta la Alameda de Osuna

Una comisaría, una red de escuelas infantiles, metro hasta la Alameda de Osuna, acabar con la contaminación acústica y lumínica que produce el aeropuerto y un centro cultural. La candidata socialista a la alcaldía de Madrid, Trinidad Jiménez, visitó ayer el distrito de Barajas con un plan de medidas bajo el brazo. Medidas para paliar las carencias y mejorar un distrito de 37.700 habitantes. Jiménez acusó a Ruiz-Gallardón de haber destruido el pulmón verde de la zona al duplicar el número de viviendas que se construirán en el parque de Valdebebas.

Entre salones de baile, templetes, embarcaderos melancólicos y lagos artificiales se paseó ayer la candidata socialista a la alcaldía, Trinidad Jiménez. Eligió el parque del Capricho, uno de los jardines decimonónicos mejor conservados de España, para hacer públicos sus compormisos con el distrito de Barajas, dentro de su Trinimaratón II.

Prometió que este parque, que tiene restringidas las visitas a los fines de semana, "se abra más a los madrileños y pueda utilizarse, en verano, para realizar algunos conciertos, pero de una forma controlada para preservar una de las joyas de la capital". Tuvo palabras para el contraste. "¿Cómo pudo Esperanza Aguirre proponer que un espacio como éste se le diera a la empresa privada para celebrar bodas y bautizos?", ironizó.

Antes del Capricho, la candidata visitó los hangares del aeropuerto de Barajas. "He pedido con todas mis fuerzas al ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) que cumpla con las directivas del ruido, que ponga todos los medios para solucionar este problema y les he sugerido que se incremente el diálogo entre las instituciones aeroportuarias y los vecinos", informó Jiménez a la portavoz de Pijamas en Acción, una agrupación vecinal que lleva años protestando por su insomnio crónico derivado del despegue y aterrizaje de aviones del aeropuerto.

El metro y un miliciano

Prometió Jiménez que haría todo lo que esté en su mano para que el metro llegue hasta la Alameda de Osuna, una petición de los vecinos que se ven obligados a soportar los constantes atascos tanto de entrada como de salida en la carretera de Barcelona. Además, después de visitar la "única escuela infantil" de la zona, expresó su voluntad de dotar a cada uno de los barrios del distrito con una escuela para niños de 0 a 3 años. "Crear una red de centros". Soluciones ante la inexistencia.

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No muy lejos del Capricho existe un barrio que más que barrio es una frontera. Una frontera que separa la mala suerte de la ineficacia. Lo llaman barrio del Aeropuerto y sus casi 600 vecinos no pueden más. Les han quitado todo: el colegio, el centro de salud, el centro de mayores es un barracón como de obras, el autobús ha dejado de pasar por allí. Es como si alguien quisiera convertirlo en un barrio aislado, muerto. "Todo son malas noticias, siempre que se nos comunica algo del Ayuntamiento", dice el farmacéutico del barrio.

Jiménez no se quedó indiferente. Se comprometió a darles una solución integral. Y conoció a Paco, un joven de 85 años. Miliciano. Cumplió los 16 años en el frente, durante la Guerra Civil. "Cuarenta años huyendo de mi casa, mi familia perseguida. A ver si ganamos, por favor" y no pudo seguirle hablando a la candidata. Se echó a llorar como un chiquillo. El mismo chiquillo que sintió una "pena terrible" el día que Julián Besteiro entregó Madrid, "vestido de negro y cabizbajo". El mismo muchacho que sirvió de escolta al general Miaja en sus cuarteles del parque del Capricho. El mismo parque donde Trinidad Jiménez prometió que convertiría la parcela municipal de las Caballerizas en un centro cultural, donde se comprometió a dotar a la zona de una comisaría y una oficina de la Policía Municipal, donde acusó también a su competidor en las urnas de terminar con el pulmón verde del distrito al duplicar el número de viviendas edificables en el parque de Valdebebas.

En los jardines del Capricho crece un árbol que tiene 200 años. Un árbol del amor, según le informó a la candidata el concejal de Parques y Jardines, Santiago Romero. Aún no ha florecido, todavía falta para la primavera. Bajo ese árbol, Jiménez prometió "un nuevo Madrid de capricho".

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