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Reportaje:

La empresa de los socios estudiantes

Alumnos de Mondragon Unibertsitatea que compaginan la carrera y un puesto de trabajo forman la plantilla de Alecop

El rostro empresarial de Alecop es el de una firma de tamaño mediano -cerca de medio millar de trabajadores- con una producción diversificada -diseña y fabrica sistemas de cableado para electrodomésticos y equipamiento didáctico destinado a las áreas científico-técnicas-, una penetración muy alta en el mercado español -es líder en ambos campos- y una facturación notable: casi 30 millones de euros en 2002. Pero ésta no es su única cara. El acrónimo Alecop corresponde a Actividad Laboral Escolar Cooperativa, una singular apuesta por la integración en el mundo laboral del estudiante universitario en la que la base, el medio y el fin es el alumno.

La empresa, creada en 1966 por el sacerdote José María Arizmendiarrieta, inspirador y promotor del movimiento cooperativista surgido en Mondragón, cuenta con un totial de 70 monitores encargados de gestionar, supervisar, guiar y orientar la labor de entre 450 y 600 alumnos, según las épocas, de Mondragon Unibertsitatea, la institución de educación superior ligada al grupo MCC. Todos los estudiantes de la institución dirigida por el ex consejero de Educación Inaxio Oliveri tienen la posibilidad, a partir del segundo semestre del segundo curso, de ingresar en Alecop.

Alecop se ha situado a la cabeza del sector de sistemas de cableado en serie en España y en Francia

Si toman esa decisión, lo que se van a encontrar dista mucho de las prácticas al uso en empresas. Los alumnos acceden a la compañía bajo la peculiar figura de "socio colaborador escolar". Muy lejos del papel del becario sin responsabilidades y, en muchos casos, sin remuneración, su grado de implicación en Alecop se acerca mucho al de cualquier otro miembro de la extensa red del grupo cooperativo.

Cada socio escolar realiza una aportación económica inicial de 1.360 euros que se le va deduciendo de su nómina. Trabaja cuatro horas al día de lunes a viernes en uno de los dos turnos marcados en la empresa y cobra por ello un sueldo que se aproxima a los 420 euros mensuales netos. Esta cantidad puede aumentar porque los estudiantes participan también en los resultados de una cooperativa en la que intervienen en todos los escalones, altos y bajos, de la producción. Del mismo modo, están presentes en los órganos de decisión de la firma, como la Asamblea General, el Consejo Rector, la Intervención de Cuentas y el Comité de Representación Social.

Las actividades de Alecop se distribuyen en dos áreas: los sistemas de cableado en serie para electrodomésticos y el equipamiento didáctico. En cuanto al primer cometido, la cercanía de Fagor, la empresa de electrodomésticos del grupo MCC, y la experiencia acumulada han situado a la cooperativa a la cabeza del sector en España y Francia. Su cartera de clientes, que incluye a la citada Fagor y a otras grandes compañías como Bosch-Siemens, Electrolux o Candy, atestiguan esta situación.

Instituciones públicas y privadas de Europa, Hispanoamérica y Asia son las destinatarias de los productos educativos, centrados en áreas científico-técnicas -tecnología general, electricidad, electrónica, microelectrónica, automática o robótica, entre otras- y dirigidos tanto a Educación Primaria como a la Secundaria, Formación Profesional y Universidad. En este caso, Alecop se vale de la colaboración de diferentes equipos de I+D que trabajan en estrecha colaboración con la propia Mondragon Unibertsitatea y de otros profesionales de la enseñanza y del sistema productivo para desarrollar esta actividad. La facturación de ambas líneas de producción alcanzó el pasado año casi 30 millones de euros.

Financiación, pero sobre todo evolución personal y profesional es lo que aporta Alecop al estudiante, tal y como subraya Javier Mendiluze, director de Ingeniería de Mondragon Unibertsitatea. "La alternancia del estudio con el trabajo en Alecop tiene aspectos importantes. Ofrece al alumno la posibilidad de obtener unos ingresos para sufragar sus gastos y ayudar así a la economía familiar y, al mismo tiempo, le da la opción establecer un primer contacto con el campo laboral, de conocer y poner en práctica sus competencias, de lograr ascender en el escalafón con su esfuerzo y preparación, de tomar decisiones", indica. Así lo ratifica el jefe de personal de Alecop, Rafael Matxobe: "Viven el mundo de la empresa en todos sus aspectos: la producción, la gestión,..."

La vinculación con Alecop concluye cuando termina la formación académica del estudiante. Esta renovación constante en la cooperativa ha permitido que en los últimos diez años cerca de 6.000 alumnos de Mondragon Unibertsitatea hayan vivido su época de socios colaboradores escolares en una empresa muy poco corriente.

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