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Reportaje:LA PRECAMPAÑA DEL 25-M

La visión municipal del conflicto

Alcaldes y líderes de la oposición de varios pueblos españoles valoran la influencia del ambiente bélico en los próximos comicios

Patricia Ortega Dolz

Si finalmente se puede hablar de algo así como el "efecto guerra" se sabrá después de las próximas elecciones municipales y autonómicas del 25 de mayo. Sólo entonces podrá analizarse si el voto ha estado condicionado por las actitudes de los distintos grupos políticos ante el conflicto de Irak.

Sin embargo, la mayoría de los candidatos está ya calentando motores y el ambiente prebélico no pasa inadvertido ni en los municipios más pequeños. Los expertos en comunicación política aseguran que, de existir tal efecto, se notará siempre más en las grandes ciudades que en las pequeñas localidades, donde lo principal es la figura y la personalidad del alcalde. La percepción de la polémica sobre la guerra es diferente en las ciudades pequeñas, en muchas de las cuales el PP tiene hasta ahora una mayoría holgada y el PSOE es el principal partido de la oposición.

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En San Javier (Murcia), un municipio con 22.000 habitantes, una base militar y un aeropuerto, su alcalde, José Hernández (PP), que lleva cuatro años en el cargo, está claramente más preocupado por construir un campo del golf de lujo y en atraer a las empresas para que inviertan en el pueblo que por la guerra.

Incluso se muestra sorprendido: "No lo sé. Yo la guerra... No sabría decirle. La guerra nunca es buena. Nadie quiere la guerra. Espero que no haya ni guerra, o que si la hay que sea corta y no pase nada. Imagínese, estamos en una zona turística y hablamos de un tema de Bolsa y de petróleo. Estamos... ¡cómo vamos a estar!, preocupados y rezando".

En la misma línea el líder de la oposición, Ángel Valdeolivas, que anda algo obsesionado con la inseguridad ciudadana, decía: "Estamos en contra, pero no me preocupa. Es un tema con el que no intentaré ganar votos".

La sensación cambia unos kilómetros más al oeste. En La Roda (Albacete), Sixto López, senador del PP, que le ha dado la mayoría a su partido durante 16 años consecutivos en este pueblo de 14.000 habitantes, asegura sin complejos que sus concejales estuvieron en la manifestación contra la guerra. Y lo corrobora Jesús Perea, el cabeza de lista de la oposición (PSOE): "Sí, paradójicamente allí estuvieron algunos concejales del PP, aunque se fueron cuando gritaron lemas contra el Gobierno".

Según Perea, que además es diputado del PSOE, el cambio en el poder era difícil pero esta situación se lo ha puesto en bandeja: "Ya somos una alternativa real. La gente nota por dónde sopla el viento político y, pese a que crean que la guerra no influirá en las municipales, tendrá mucha importancia. La gente siente que el PP es cómplice de la guerra".

En Turégano (Segovia), con 1.000 habitantes, Pedro Velasco (PP), un alcalde que también lleva 16 años en el poder, decía que de momento la guerra no va a afectar, pero matizaba: "Hombre, votos no da. Al principio todo quita. Cuando pasen las cosas, que pasarán, cambiará, y lo que hoy es malo mañana será bueno. Ojalá no haya guerra, pero los terrorismos son tan malos que algo habrá que hacer. Pero afectará, no es positivo".

En su bar, el actual líder de la oposición, el socialista Eduardo Herranz, no le daba importancia a la cuestión y comentaba: "El tema bélico no lo tocamos. Éste es un pueblo pequeño, estamos preocupados de si se limpia, de si se barre...". Pero enseguida recuerda: "Hace días llegó una circular de Génova 13 en la que se pedía la adhesión del Ayuntamiento a la postura que defienden el partido y Aznar. Nosotros votamos en contra pero, como tienen mayoría, la sacaron adelante".

Mucho más al norte, en Ribadesella (Asturias), el alcalde, José Miranda (PP), está convencido de que el ambiente prebélico no iba a influir demasiado porque en las elecciones municipales se valora mucho más a la persona, pero añade: "Aquí no ha habido ninguna reivindicación, afortunadamente". De parte de la oposición, Roberto Pire (PSOE) asegura que la guerra aparece en los comentarios populares y explica que hay una preocupación importante: "No ha habido manifestaciones aquí porque la gente se ha ido a Oviedo, pero nosotros hemos recogido el sentir de la gente y, junto con IU, vamos a presentar una moción para que el Ayuntamiento se declare contra la guerra". Y se anima: " Yo creo que esta situación, junto con la resaca del Prestige, nos va a dar la mayoría absoluta".

Puede que unas elecciones municipales no sean las más afectadas por la polémica en torno a la guerra, pero existe una cierta preocupación entre los alcaldes populares por el tema y su repercusión. Y no queda tan claro que los socialistas vayan a utilizar para ganar votos la ventaja que les da el acuerdo con la mayoría de la opinión pública.

Antonio José Molero, director del Centro de Investigación y Desarrollo de la Comunicación de Corporación Multimedia, asegura que la situación que va a vivirse en las próximas elecciones es inédita: "No tiene precedentes. Sólo se dio una situación similar con la entrada en la OTAN, pero se trataba de unas generales y el PSOE perdió cinco puntos en aquella ocasión". Según Molero, es muy pronto para aventurar resultados: "Debe haber mucho voto oculto. Tras la huelga general, las movilizaciones universitarias, el desastre del Prestige y ahora la guerra, muchos votantes del PP no se atreven a decir que volverán a confiar en su partido. Pero ese voto aflorará, porque las elecciones no son manifestaciones".

Luis Núñez, experto en análisis político, asegura, al contrario, que se trata de un tema muy sensible y, "en contra de lo que suele ocurrir, la mayoría de la opinión pública tiene un juicio muy claro. La posición de España en esta crisis va a tener repercusión en las municipales y en las generales. El PP está sufriendo un deterioro progresivo. La caída total depende de una mejor oposición. En estas circunstancias un candidato del PP a las municipales debería insistir en aspectos concretos de la política municipal. Y un candidato del PSOE tendría que hacer ver que los perros son los mismos aunque cambien de collar, es decir, independientemente de que sean candidatos a alcaldías, a presidencias de comunidad o de Gobierno".

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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