Antropólogos y sociólogos destacan en Alicante que la globalización no ha trascendido al ámbito cultural

El saber avanza, sobre todo, en aquellas áreas intermedias y conjuntas cuyas disciplinas comparten objetivos. Por este motivo, y por primera vez en España, durante tres días se ha celebrado en Alicante un encuentro entre antropólogos y sociólogos que han reflexionado sobre las relaciones entre cultura y sociedad a principios del nuevo milenio.

Los temas que se han planteado han sido muy amplios y complejos. Pero la mayoría de profesores e investigadores coinciden en que el fenómeno de la globalización "no ha sido tan generalizado. Sobre todo ha sido económica y no cultural, ni social", explicó ayer, a modo de resumen, José Antonio Roche, sociólogo en la Universidad de Alicante y organizador de la reunión. "La ciencia se ha universalizado, pero no lo han hecho los derechos, ni la religión, ni la propia cultura", apuntó, Luis González Seara, ex ministro de Universidades y catedrático de sociología.

A grandes rasgos, se plantearon debates sobre la sociedad de la información y las nuevas tecnologías. "Estamos en una sociedad de la información, pero no del conocimiento", apuntó González Seara, "nos llega gran cantidad de información pero es caótica, desordenada y lo que debemos hacer es procesarla", dijo.

Las relaciones entre la cultura y religión también estuvieron presentes en la sesiones , y "estamos en una sociedad que sacraliza lo profano", apuntó Roche quien explicó que la idea de diálogo también ha impregnado este congreso en el que han participado docentes de la Universidad Miguel Hernández y la de Alicante. El antropólogo Manuel Oliver Narbona calificó de "fecunda" esta primera cita que ha abierto un amplio campo de temas para el análisis que abarcan aspectos como el terrorismo, nuevas tecnologías, multiculturalismo, el papel del intelectual o las nuevas relaciones entre el hombre y la mujer. Durante estos días han participado, entre otros, los profesores María Ángeles Durán, Juan Aranzadi, Jesús Contreras, Fermín del Pino o Salvador Giner.