Un tribunal obliga al BSCH a reponer lo sustraído con una tarjeta robada

La Audiencia de Sevilla ha desestimado el recurso interpuesto por el banco Santander Central Hispano, que se negaba a devolver a un cliente el dinero que unos delincuentes le sustrajeron mediante el uso fraudulento de una tarjeta de débito, según informó ayer Ausbanc. Los hechos se remontan a julio de 2001, cuando un ciudadano estaba sacando dinero de un cajero automático y un individuo le distrajo diciendo que se le había caído un billete, momento que otro sujeto aprovechó para cambiar del cajero la tarjeta 4B de débito por otra de similares características.

A los cuatro días, el titular de la tarjeta se percató del cambio al retenerla el cajero, periodo en el que los ladrones le robaron más de 3.500 euros, en concepto de dinero en efectivo (2.764,66), recarga de tarjetas de teléfonos móviles (751,27) y el resto, en compras por Internet (50,56 euros). Según explica Ausbanc en un comunicado, al reclamar al BSCH el importe sustraído, la entidad bancaria sólo le devolvió la cantidad de las compras realizadas por Internet, por lo que los servicios jurídicos de esta asociación presentó una denuncia, por la que un juzgado de primera instancia condenó al banco a asumir el pago del robo.

Tras el recurso de apelación presentado por el BSCH ante la Audiencia Provincial de Sevilla, ésta confirmó la sentencia recurrida, con fecha del 12 de diciembre de 2002. Según estableció esta resolución, el usuario fue víctima de un fraude y no incurrió en negligencia grave en la utilización de la tarjeta ni en la revelación del número secreto -que los ladrones observaron- y, dado el riesgo inherente que existe en la utilización de instrumentos de pago como las tarjetas, éste debe ser asumido por las entidades bancarias.