Los bancos tienen que limitar el dividendo a la mitad del beneficio

El Banco de España no quiere alegrías. Ante las perspectivas de la economía, busca prudencia y que las entidades financieras refuercen sus recursos propios. El director general de supervisión de la institución, Pedro Pablo Villasante, se encargó ayer de enviar el mensaje pertinente y recomendó que los bancos repartan "en torno a la mitad del beneficio" en dividendos. En 2003, el SCH distribuyó el 61,2% del beneficio, mientras que el BBVA repartió el 64,7%.

El Banco de España lanzó un mensaje claro a la banca durante unas jornadas financieras organizadas por el Foro Nueva Economía y The Wall Street Journal, con el patrocinio de HP y Ernst & Young. Según Villasante, el importe de los dividendos anuales no se debe calcular en función de los repartos de otros años ni como compensación de la evolución de la cotización. "La política de reparto de dividendos ha de ser equilibrada y recurrente, y su fijación debe hacerse siempre en función del resultado del ejercicio". En su opinión, "una buena referencia, salvo casos excepcionales, es que se sitúe en torno a la mitad del beneficio".

El Banco de España ha pedido, en privado a las grandes entidades que en 2003 no sigan el camino del ejercicio anterior. El BBVA ha reducido un 9,1% el dividendo a pesar de que su resultado ha caído un 27,3%, mientras que el SCH ha mantenido el dividendo aunque el beneficio cayó un 9,6%.

Para el Banco de España, el mantenimiento de un alto nivel de recursos propios "es un factor estratégico para la estabilidad del banco y un elemento de buen gobierno".

Goirigolzarri y Sáenz explicaron que se proponen ganar cuota de mercado este año con un aumento de los ingresos, como sistema para combatir el entorno de bajos tipos de interés. A pesar de ello, esperan una desaceleración de la actividad en el sector.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Leal, insistió en esta idea y estimó que el crédito "se va a ir desacelerando" por la "incertidumbre" de la economía, y que la principal incógnita "abierta" es saber si el margen financiero de las entidades se mantendrá con tipos en mínimos históricos.