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El jazz suave de Norah Jones triunfa en los Grammy

La cantante y pianista de 23 años logró los cinco premios a los que optaba, y Bruce Springsteen, tres

El jazz pudo con el rock; la debutante, con el veterano. Las melodías de Norah Jones triunfaron sobre los acordes de Bruce Springsteen. La joven cantante y pianista, de 23 años, se convirtió el domingo en la gran triunfadora de la 45ª edición de los Premios Grammy al conseguir los cinco premios a los que era candidata: entre ellos, los de mejor álbum y mejor canción del año. Jones arrebató así la victoria al legendario Boss, el otro gran favorito. El suave deslizar de las canciones de Norah Jones marcó el ritmo de una velada mucho menos politizada de lo que se esperaba. No fue una noche de reividicaciones. Aparentemente, los artistas tenían consignas específicas de los organizadores de no mencionar Irak, y pocos se lanzaron a protestar contra la guerra.

La noche empezó con un toque de nostalgia y una discreta alusión pacificista, cuando Simon and Garfunkel aparecieron en el escenario, por primera vez en diez años, para entonar la que fuera canción protesta El sonido del silencio, pero ninguno de los dos invocó luego reminiscencias antibélicas para justificar su elección. Tampoco intercambiaron gesto alguno durante su actuación, restos de las viejas rencillas que los han mantenido apartados todo este tiempo. "Es difícil estar callado en estos tiempos, pero no sé si es apropiado (...), aunque haya mucho por decir", declaró luego Paul Simon entre bastidores.

Fred Durst, el cantante del grupo Limp Bizkit, fue el único en mencionar abiertamente el conflicto con Irak: "Espero que todos opinemos que esta guerra debe irse cuanto antes". Bonni Raitt, que presentó un galardón junto a Aretha Franklin, pidió "construir la paz". Y Sheryl Crow llevó un "No la guerra" en su guitarra, que su pelo tapó durante casi toda su actuación.

Norah Jones, de 23 años, hija del intérprete de sítar Ravi Shankar, fue la gran triunfadora. "En un momento en que el mundo es tan extraño, tengo mucha suerte de recibir este premio", dijo la cantante y pianista.

Sólo dos artistas habían alcanzado hasta ahora el mismo récord: Lauryn Hill y Alicia Keys. Junto con los premios a mejor álbum (Come away with me), grabación y canción del año (I don't know why) -así como la distinción a la mejor artista novel-, Jones se llevó los grammys al mejor álbum de vocalista de pop e interpretación vocal femenina de pop. Pero su disco también recibió una recompensa por el mejor trabajo de grabación en estudio y al mejor productor, Arif Mardin.

"Me puse realmente nerviosa al empezar a tocar cuando vi a Aretha Franklin en la segunda fila", dijo una Jones exultante tras la ceremonia, "A la vista de cómo ha evolucionado el pop en los últimos años, nunca hubiera pensado que mi música pudiera considerarse pop".

Y, de hecho, Come away with me y la canción I don't know why, del prestigioso sello de jazz Blue Note, nunca esperaron tal éxito. "Llegó hasta un segmento olvidado del público", dijo el productor Arif Mardin, "gente que no escucha pop o ve MTV, consiguieron enterarse. Un amigo me dijo que la gente de cincuenta años fue a comprar el disco porque no sabía cómo descargarlo de Internet".

El Boss y el 11-S

El veterano Bruce Springsteen, el otro gran favorito de la noche, se llevó tres de los cinco grammys a los que aspiraba. The rising, un homenaje a las víctimas del 11-S, se llevó los premios a mejor canción y mejor disco de rock y mejor interpretación vocal, en el mismo apartado. Al anunciar una de las candidaturas, el actor Dustin Hoffman arañó su nombre y lo dejó en "Bruce Springstreet". Pero si el Boss no cosechó tantos grammys como esperaba sí se llevó la mejor ovación de la noche cuando un Madison Square Garden de pie le brindó sus mejores aplausos.

Jones contagió algo de su suave nostalgia a toda la ceremonia. Los presentadores leyeron lo que tenían que leer, no hubo controversias, incluso los atuendos fueron casi discretos. Ni siquiera Eminem provocó mucho a los organizadores, que apenas tuvieron que censurar las escasas palabrotas de su actuación con el grupo The Roots. Robin Williams, Grammy a la mejor actuación cómica en vivo de 2002, fue el único en saltarse el guión por unos momentos. "Hace tanto calor que estoy sudando más que Elizabeth Taylor después de una comida mexicana".

Los Grammy se celebraron en un Madison Square Garden abarrotado. Era la primera vez en cinco años que la ceremonia más importante de la música tenía lugar en Nueva York, tras un breve exilio en Los Ángeles, y todos los artistas se apresuraron en recordarlo.

El grupo country Dixie Chiks siguió a Jones con cuatro grammys: mejor álbum e interpretación de country, así como mejor interpretación instrumental en country y mejor diseño de disco por Home, otro disco que tampoco estaba destinado al éxito.

Siguiente en la lista: el rapero Eminem, que actuó con el grupo The Roots. Su disco The Eminem Show, que también tenía cinco nominaciones, se llevó finalmente dos, entre ellos el de mejor álbum de rap, la tercera vez que consigue el premio en esta categoría. La ceremonia también recordó las pérdidas más recientes del mundo de la música. Elvis Costello, Bruce Springsteen y el líder de Foo Fighters, Dave Grohl, cantaron para honrar la memoria de su vocalista, Joe Strummer, que murió el pasado diciembre. 'N'Sync cantó en honor del recientemente fallecido Maurice Gibb.

India Arie, que se llevó el peor chasco del año pasado al no conseguir ninguna de sus siete candidaturas, se desquitó con dos premios: mejor álbum rhythm and blues y mejor actuación alternativa. Fue de las pocas que mencionaron Irak. "Si sólo haces una canción diciendo que no quieres la guerra ya es una diferencia", dijo la joven cantante de soul. Nadie la oyó porque sus grammys le fueron entregados en una ceremonia anterior a la gala.

El grupo No Doubt se llevó el Grammy al mejor grupo o dúo de pop, mientras la mejor interpretación masculina de pop fue para John Mayer, por su canción Your body is a wonderland.

En el apartado latino, Rubén Blades logró el Grammy al mejor disco de world music por Mundo, y Celia Cruz el de mejor álbum de salsa por La negra tiene tumbao. El grupo mexicano Maná ganó el Grammy al mejor álbum de rock alternativo por Revolución de amor. El mejor álbum de pop latino fue para Caraluna, de Bacilos; el mejr álbum para música tradicional latina, para El arte del sabor, del trío de Bebo Valdés con Israel López Cachao y Carlos Patato Valdés, y el Grammy al mejor álbum de merengue acabó en manos del Grupo Manía.

Norah Jones con sus cinco <i>grammys,</i> en el Madison Square Garden.
Norah Jones con sus cinco grammys, en el Madison Square Garden.REUTERS

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