Ahold pierde el 63% de su valor en Bolsa tras reconocer que infló beneficios
El escándalo en la cadena de supermercados holandesa provoca la dimisión de su presidente
Un nuevo escándalo contable volvió a sacudir ayer los mercados. La cadena holandesa de supermercados Ahold, la tercera del mundo, reconoció que su filial estadounidense, US Foodservice, había anotado ganancias inexistentes por al menos 500 millones de dólares durante 2001 y 2002. Otra de sus compañías, la argentina Disco, está siendo investigada también para comprobar la legalidad de sus cuentas. Tanto el presidente como el director financiero de Ahold presentaron su dimisión irrevocable. La empresa, cuya capitalización bursátil era de 9.254 millones de euros el viernes, valía ayer 3.342 millones, tras perder sus acciones un 60,03%.
La caída de los valores bursátiles arrastró al presidente de la junta directiva, Cees van der Hoeven, así como al administrador financiero, Michiel Meurs, que presentaron su dimisión irrevocable. Ahold es la propietaria, entre otros negocios, de los supermercados Albert Heijn, los más famosos y lucrativos de Holanda, y era hasta ayer sinónimo de solidez y fiabilidad. De ahí que la firma se apresurara a asegurar que había pedido ya créditos por valor de 3.100 millones de euros para hacer frente a una situación que "estaba bajo control".
Las razones de la que puede considerarse la mayor crisis de su historia radican en los ingresos anotados de forma incorrecta como tales por US Foodservice, relativos, entre otras cosas, a los descuentos ofrecidos a la clientela. Ahold adquirió esta compañía, que sirve comidas a restaurantes, escuelas y cantinas, hace tres años por 3.600 millones de dólares. Varios de sus directivos han sido suspendidos de empleo y sueldo hasta que se aclare la situación. Al comprar esta empresa, la firma holandesa pretendía penetrar en el mercado de las comidas a domicilio, que merma ganancias a los supermercados. Ahold depende en gran manera de sus negocios en EEUU, de donde le llega el 60% de sus ganancias.
Bonos 'basura'
La agencia de calificación financiera Standard and Poor's (SP) decidió rebajar la calificación de Ahold hasta el nivel de los bonos basura, mientras que la firma Moody's las colocó bajo vigilancia con implicación negativa. El valor bursátil de Ahold no pudo soportar la noticia del fraude y las acciones bajaron un 63%. Un auténtico problema para la compañía que se había expandido también por Europa del Este (además de Escandinavia, España, Portugal y Brasil) y presentó sus primeras pérdidas en 30 años en el segundo trimestre de 2002.
En el caso de Disco, se trata de "ciertas operaciones financieras" que están siendo estudiadas por sus contables. El presidente de la Fundación holandesa para la Investigación de Empresas (Sobi) dijo que Ahold publicó que asumía la falta de solvencia de Disco el 17 de julio de 2002, mientras que Van der Hoeven ya sabía de este hecho desde el 28 de junio. Añadió que, de acuerdo con cifras de la cadena de supermercados Disco publicadas el año pasado, el valor del pago por préstamos "ascendería a 740 millones de dólares y no a 492 millones de dólares, tal como Ahold ha mantenido hasta ahora", según la misma fuente.
Sobi sostiene que el 2 de julio, antes de que la Bolsa de Amsterdam conociese la falta de solvencia de Disco, la cadena holandesa de supermercados utilizó esta información para efectuar transacciones de compra-venta con sus acciones. "El 2 de julio de 2002, la facturación de las acciones de Ahold se duplicó y el valor por acción en Bolsa se redujo un 10%", especificó la fuente. Cuatro directivos de Disco también fueron despedidos ayer.
Ahold tiene un volumen de negocios de 72.700 millones de euros y 400.000 empleados y las irregularidades ahora admitidas le llevaron a anotarse al menos 500 millones de dólares de más beneficios operativos. Una cifra que equivale a la mitad de los beneficios netos obtenidos en 2001. Los resultados de 2002 también tendrán que ser revisados ahora.
Van der Hoeven y Meurs permanecerán en la compañía hasta que se encuentre un sustituto. De momento, el consorcio queda en manos del presidente honorario, Henny de Ruiter, antiguo miembro de la petrolera anglo-holandesa Shell. Para la próxima semana se esperaba la presentación de las cifras anuales de la casa, acto que se ha pospuesto hasta que se aclare la situación. Los contables de Ahold, Deloitte & Touche, han roto su relación de momento y tomarán una decisión definitiva en cuanto se abran los libros de cuentas.
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