El nuevo centro de esquí de Belagua enfrenta a ecologistas y ayuntamientos
La joya de la corona del Pirineo navarro, la reserva natural de Larra-Belagua que se despliega por encima de los 2.000 metros de altura, coronada por las cimas del Anie y la Mesa de los Tres Reyes, puede verse recortada en superficie e invadida por las infraestructuras propias de un centro de esquí nórdico (dos refugios, aparcamientos, accesos, pistas...) si el Parlamento navarro ratifica el apoyo dado al polémico proyecto el pasado 13 de febrero. Este proyecto ha impulsado la creación de la plataforma de protesta, Salvemos Larra, desde donde ya se enfrentan ecologistas y ayuntamientos.
La Federación Navarra de Montaña, apoyada por numerosos colectivos medioambientales y ecologistas y por vecinos agrupados en la plataforma Salvemos Larra, reunió el pasado enero en Pamplona a cientos de opositores en una jornada de debate sobre el proyecto de esquí que impulsa la Junta de Roncal (Uztárroz, Isaba, Urzainqui, Roncal, Garde, Burgui y Vidángoz).
La idea no es nueva. Las instituciones locales impulsan desde hace años el proyecto de ampliar las modestas infraestructuras de esquí nórdico existentes actualmente en Larra-Belagua para competir comercialmente con la estación francesa de Arette, situada a escasos kilómetros, y aprovechar el recurso de la nieve generando empleo y beneficios económicos para el valle.
Pero para ello sería necesario reducir la dimensión de la reserva natural y de sus zonas de protección excluyendo los terrenos en los que actualmente se ubican las pistas de El Ferial, Eskilzarra y Bortuzko y las áreas de Larra seleccionadas por la Junta de Roncal para las nuevas pistas.
Se pretende construir dos nuevos refugios en El Ferial (1.394 metros cuadrados) y La Contienda (300 m2), ampliando sus pistas en 12 kilómetros y construyendo dos aparcamientos para 270 vehículos. La inversión prevista sería de tres millones de euros y en total se invadirían 140 hectáreas sobre una reserva de 3.000.
Al igual que ocurriera con el proyecto de Itoiz, la ley de Espacios Naturales de 1996 constituye un obstáculo para estos proyectos, y debería ser retocada.
De momento, sólo el Gobierno de Navarra (UPN) y sus socios de CDN apoyan el empeño de los ayuntamientos. La tesis que defienden es que se puede combinar el respeto medioambiental con el necesario desarrollo socioeconómico del valle. Un objetivo que persigue evitar el despoblamiento de unas áreas que han perdido mucha población en las últimas décadas.
En la zona ya se esquía. Cientos de escolares participan anualmente en la semana blanca y los más experimentados se adentran en Larra fuera de pistas de forma habitual. Los responsables de la Junta de Roncal recuerdan que el 86% del territorio navarro declarado reserva integral está en su valle.
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