Estudiantes con futuro laboral

El índice de inserción laboral inmediata de los estudiantes de la Universidad Jaume I al finalizar sus prácticas en empresas ascendió, el pasado curso, al 23,24%. En Castellón, los alumnos universitarios están obligados a realizar un período de prácticas. Este hecho ha llevado a la UJI no sólo a sumar una buena cantidad de puntos en la financiación por objetivos, sino que ha situado a la Jaume I en el primer puesto del ranking de universidades valencianas en la "colocación" de sus titulados. Según explicó el rector, Francisco Toledo, el porcentaje de alumnos de la UJI que son contratados supera en un 20% a los de la Politécnica y un 60% a los de las universidades de Valencia, Alicante y Miguel Hernández. El porcentaje de inserción, obviamente, se rebaja del 23,24 al 17,33% si se tienen en cuenta no sólo las empresas, sino también las instituciones públicas en las que los cerca de 2.000 estudiantes realizaron prácticas durante el pasado curso y de los que un 23,33% recibieron algún tipo de retribución.

"La Jaume I, a la cabeza del ranking de los campus valencianos por su nivel de colocación"

"El 93,79% de empresas tendrá en cuenta a los becarios en las selecciones de personal"

La vicerrectora de Cooperación Internacional y Solidaridad, Ana Fuertes, la responsable del área de Cooperación por la Inserción Profesional de la oficina de Cooperación Internacional y Educativa, Maribel Beas, y el propio rector de la UJI presentaron la pasada semana el informe de evaluación de las prácticas realizadas durante el curso 2001/2002. Del mismo se desprende que el 95,1% de las entidades tienen la intención de volver a acoger alumnos en prácticas y que el 93,79% tendrá en cuenta a los estudiantes en futuras selecciones de personal. Además, el 91,7% de los alumnos encuestados recomendarían la empresa o institución en la que han desarrollado sus prácticas a sus compañeros. Estos índices hacen lógico el que el 90% de los alumnos estén satisfechos o muy satisfechos con su estancia de prácticas.

Las conclusiones del mismo señalan el cumplimiento de sus objetivos: la asimilación del entorno empresarial y laboral, el desarrollo de competencias y la facilitación de la inserción laboral. El informe se inscribe en la política de mejora de la calidad de la universidad y, para su elaboración, se han realizado encuestas entre los prácticos y las empresas o entidades (637) en las que han desarrollado sus tareas, con el fin de analizar la valoración de ambas partes. Los resultados muestran que el grado de satisfacción global de los alumnos es superior al de las entidades que los acogen, aunque en ambos casos es muy elevado, ya que se sitúa en 4,40 y 4,20 puntos sobre cinco. Cada práctico dispone de un tutor en la universidad y un supervisor en la empresa o institución. Ambos hacen un seguimiento coordinado de la estancia. Los alumnos han evaluado dicha coordinación por debajo de lo que lo han hecho las entidades y éste ha sido aspecto menos positivo entre las respuestas de los estudiantes que, sin embargo, han destacado la predisposición y la accesibilidad del profesor para ayudar.

Al evaluar la aportación de las prácticas al desarrollo profesional del alumno, el estudio muestra cómo en las entidades esta satisfacción es mayor que entre los estudiantes, sobre todo, en lo que se refiere a la ampliación de las opciones profesionales con que las estancias favorecen a los prácticos. Quizá por ello también han sido las empresas las que han evaluado en mayor medida la aportación que los alumnos realizan durante su estancia de prácticas ya que, mientras que los estudiantes han situado el grado de utilidad de su trabajo en 4,17, las entidades lo ascienden a un 4,32 sobre 5.

Las prácticas aportan un conocimiento del funcionamiento interno de las entidades, públicas o privadas y una experiencia laboral, tal como se recoge en el estudio.

Sobre las tareas desempeñadas en las entidades, la percepción de empresas y alumnos es prácticamente igual. En ambos casos se resalta la satisfacción con el proyecto desarrollado y el grado de cumplimiento del plan de trabajo y se evalúa, en menor medida, la adecuación de las tareas a la formación recibida en la carrera. Además, en lo que se refiere al aprendizaje para el estudiante, éstos consideran que la incorporación de conocimientos nuevos es mayor que la aplicación de sus conocimientos teóricos. Pese a ello, la adecuación de la teoría a la práctica no se sitúa como uno de los "puntos débiles" de las prácticas que organiza la Universidad Jaume I. Sin embargo, el estudio concluye que sí se debe fortalecer la información a los alumnos sobre las prácticas que se van a desarrollar así como trabajar en la compaginación de las prácticas y las clases. En cuanto a las empresas, éstas reclaman, tras el análisis de los datos, un mayor nivel de idiomas entre los estudiantes y una mayor información general del sistema implantado por la UJI, que se realiza a través de la web. Así, el informe de evaluación señala que "se ha detectado que muchas entidades cooperadoras, sobre todo pymes y profesionales liberales, no utilizan la red".