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De Gispert propone que los condenados a tres años puedan eludir la cárcel a cambio de cursos de formación

Convergència i Unió (CiU) propondrá elevar de dos a tres años la pena para que los delincuentes condenados por primera vez puedan eludir la cárcel a cambio, entre otras medidas, de cursos obligatorios de educación, y separar del resto de los reclusos a los multirreincidentes para tratar de reorientar su vida.

En una entrevista a Efe, la consejera de Justicia e Interior, Núria de Gispert, anunció estas medidas, que serán planteadas al Ministerio de Justicia y al Congreso de los Diputados por el grupo parlamentario de CiU. En un momento en que el Gobierno central suprime los arrestos de fin de semana, el Ejecutivo catalán apuesta por potenciar otras medidas alternativas a la cárcel. Una de las soluciones, explicó la consejera, es que el ingreso en prisión se pueda sustituir por otras medidas cuando la pena sea inferior a tres años, y no a dos como pasa sucede en la actualidad.

De Gispert quiere dar ese "año de regalo" a los delincuentes primarios, los que han delinquido por primera vez, y en especial a los ladrones menos peligrosos, que representan el 60% de los presos. En vista de que los arrestos de fin de semana no funcionan, a juicio de CiU, los nacionalistas pretenden que a esos delincuentes se les conmute la pena de cárcel por cursos obligatorios, ya que muchos no tienen ninguna base formativa.

La idea es que se ganen a pulso un graduado escolar y "darles las herramientas que les permitan entender que, con una mínima formación, pueden tener un trabajo".

CiU también se plantea sustituir la prisión para estos delincuentes por otras medidas, como trabajos en beneficio de la comunidad o procesos de reparación del daño a la víctima. La solución para estos delincuentes, dijo De Gispert, no es la prisión, como tampoco lo es mezclar con el resto de los presos a los "multirreincidentes" no peligrosos y con penas más leves.

Por si acaso, los nacionalistas catalanes proyectan crear módulos penitenciarios especiales para estos condenados, porque "no es bueno mezclarlos" con el resto de la población, añadió De Gispert. Sin embargo, si los delincuentes desaprovechan la oportunidad que quiere darles la Administración, saben que deberán ir a prisión. La consejera consideró que las reformas penales que prepara el Gobierno tendrán efecto "disuasorio", incluso para las bandas organizadas que vienen de fuera y actúan con cierta impunidad en España, y muchos de ellos dejarán de delinquir ante la mayor posibilidad de ir a prisión.

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De Gispert dijo no compartir las pesimistas previsiones que auguran un enorme crecimiento de la población reclusa con esas reformas y, al respecto, manifestó que no se ha producido el aumento que se pronosticó y la sensación se debe a que las penas ahora son más efectivas y largas. También avanzó que la prisión Modelo cerrará sus puertas a finales de 2006, con la incógnita aún de dónde estará el centro que la sustituya. Descartada la opción de Òdena por su proximidad a las prisiones de Brians 1, ya en funcionamiento, y Brians 2, cuya primera piedra se pondrá este año, las opciones se inclinan hacia otras comarcas que rodean Barcelona.

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