La Universitat espera a que el juez decida sobre la firma de fotocopias investigada

La Universitat de València esperará a que acabe la investigación judicial sobre una empresa de fotocopias acusada de piratear libros para abrirle un expediente administrativo. La empresa es una de las tres firmas concesionarias del servicio de reprografía en los campus de la institución, la única que no cuenta con un convenio con el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro), entidad que presentó la denuncia que motivó una operación policial el pasado jueves en la que fueron requisadas miles de fotocopias en varias facultades.

Instar a la empresa a que reinstaurase inmediatamente el servicio fue la gestión que ayer llevó a cabo el rectorado de la Universitat, con el fin de que la cuestión no perjudique a los estudiantes, principales usuarios. Fuentes del rectorado puntualizaron que la institución cuenta con concesiones a empresas privadas para prestar el servicio pero que la Universitat como tal está sujeta a un convenio con Cedro en el uso de las máquinas fotocopiadoras que funcionan en sus diversos departamentos.

La intervención de la Policía Nacional, el pasado jueves, se produjo a raíz de una denuncia de una editorial a Cedro, ante la sospecha de que en algunos servicios de reprografía de los campus se estaban vendiendo libros enteros fotocopiados, lo que vulnera los derechos de la propiedad intelectual. después de que Cedro llevase el caso a la fiscalía, un juzgado de instrucción de Valencia ordenó los registros, en los que la policía se incautó de miles de fotocopias.

No es la primera vez que se produce un incidente sobre la reproducción de libros mediante fotocopias en la Universitat de València. Los convenios con Cedro persiguen precisamente evitar esas situaciones.