La nieve obliga a cerrar todos los colegios de la comarca del Priorat
Olas de tres metros se llevan las playas de la Costa Brava
El temporal de nieve y lluvia volvió a causar ayer el caos en muchos puntos de la red viaria catalana e hizo que unos 1.200 alumnos no pudieran acudir a clase debido a las intensas nevadas, con gruesos de hasta 25 centímetros, que por la mañana obligaron a suspender varias rutas escolares y a cerrar algunos centros en las comarcas de Lleida y Tarragona. La comarca más afectada fue la del Priorat, donde se paralizó por completo la actividad escolar.
Lleida permaneció incomunicada con Barcelona durante dos horas porque el Servicio Catalán de Tráfico decidió cortar la autopista A-2 y la N-II por el peligro que suponía para los automovilistas la nieve acumulada en la calzada. En algunos momentos la situación creada recordó la que se vivió en diciembre de 2001 en muchas carreteras de la provincia por la falta de previsión de la Generalitat, que ayer activó el Plan Neucat en fase de emergencia 1 en las comarcas de la Segarra, el Segrià y Les Garrigues.
En esta ocasión el temporal fue más intenso en algunos puntos de Les Garrigues, donde la nieve no es un fenómeno habitual. Empezó a nevar con fuerza hacia las diez de la mañana y, como medida de precaución, los Mossos d'Esquadra de Tráfico prohibieron la circulación de todo tipo de vehículos por la autopista A-2 entre Soses (Segrià) y La Bisbal del Penedès. Este tramo, de casi 100 kilómetros, estuvo cortado hasta las doce de la mañana para los turismos y una hora más para los camiones.Un portavoz de ACESA, empresa concesionaria de la autopista A-2, señaló que la responsabilidad de cerrar esta vía rápida en caso de nevadas es del Servicio Catalán de Tráfico. "Nosotros nos hemos limitado a informar de que la nieve acumulada en la calzada podía significar un peligro para el tráfico. De hecho, dos camiones quedaron cruzados en la vía poco antes del corte", añadió la misma fuente.
En la carretera N-II entre las localidades de Cervera (Segarra) e Igualada (Anoia) -que todavía no es autovía- se formó un caos monumental. Durante más de una hora, el tiempo que tardaron las máquinas en limpiar la nieve de la calzada, esta vía estuvo cerrada al paso de todo tipo de vehículos, lo que originó colas kilométricas de turismos y camiones entre el puerto de La Panadella y Santa Maria del Camí. El colapso fue tal que, una vez abierta la carretera, la circulación en dirección a Barcelona continuó siendo muy lenta durante varias horas.
Esta situación provocó la indignación de muchos automovilistas atrapados en la cola, que no entendían que la carretera estuviera cerrada tanto tiempo dado que los espesores de nieve caída no eran muy grandes. "Llevamos más de una hora parados y sólo han caído cuatro copos... Siempre pasa lo mismo y encima no informan de nada", se quejaba un camionero.
Los efectos del temporal de nieve también se dejaron notar en las comarcas pirenaicas, donde era obligatorio utilizar cadenas para poder circular por un total de 25 carreteras secundarias. Otras carreteras con dificultades de circulación fueron la C-28 a su paso por el puerto de la Bonaigua; la N-260 en el Port del Cantó, entre Sort y La Seu d'Urgell, y la C-12 a su paso por Àger. Una de les comarcas más afectadas fue Las Garrigues, donde la nieve alcanzó espesores considerables en La Pobla de Cérvoles, El Vilosell, Vinaixa, L'Albi y La Granadella. También quedaron intransitables varias carreteras de la Segarra, el Alt Urgell, el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà y el Solsonès.
Los responsables de Tráfico recomendaron precaución para circular por los accesos al túnel de Vielha a causa de la formación de placas de hielo. La nevada dejó sin escuela a más de 500 alumnos del Pallars Jussà, la Alta Ribagorça, el Urgell y Les Garrigues al suspenderse 26 rutas de transporte escolar.
Por otra parte, el Servicio Geológico advirtió del riesgo de aludes en todo el Pirineo. Los espesores de nieve acumulados en la zona han motivado que el peligro pase de la fase moderada a la fuerte después de las últimas precipitaciones.
El mar embravecido, con olas de más de tres metros, fue uno de los efectos más destacables en las comarcas de Girona. La flota pesquera de los puertos de la Costa Brava no pudo hacerse ayer a la mar y la fuerza de las olas ha causado estragos en algunas playas. El temporal ha dejado de nuevo sin arena la playa de Blanes (Selva).
La lluvia fue ayer incesante en muchos municipios de Girona, aunque cayó con moderación y no originó incidentes relevantes. Las precipitaciones de nieve sólo afectaron a algunas zonas montañosas del Alt Empordà, la Garrotxa, el Ripollès y la Cerdanya.
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