La tasa de diascapacitados activos alcanza el 36 %
La tasa de activos entre las personas discapacitadas es del 36%, lejos del porcentaje de la población general, del 56%
A primera vista, el paro entre las personas discapacitadas valencianas con una tasa del 21,7% puede parecer un problema bajo control. Si se lleva al extremo, comparado con el desempleo entre las mujeres en Andalucía -un 29,2% según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa- o en Extremadura -el 26%-, la situación incluso presenta trazas esperanzadoras y puede dar a entender que la integración laboral de este colectivo casi es algo hecho.
Sin embargo, estos datos ocultan una situación de fondo que rebate este optimismo aparente: sólo un 36% de los 118.000 discapacitados en edad de estar ocupados se insertan en el mercado de trabajo. O, de otra forma, 72.520 personas ni trabajan, ni optan a un empleo, ni están inscritos en las listas del paro. Simplemente, están al margen de estas estadísticas laborales.
El año pasado, 3.500 discapacitados encontraron empleo a través del Servef
Los datos ocultan una situación de fondo que rebate este optimismo
El director general del Servicio valenciano de Empleo (Servef), Joaquín Martínez, describió ayer la situación de este sector en la presentación de los datos de los centros Especiales de Empleo. Comentó que de la suma total de 312.874 discapacitados en la Comunidad Valenciana según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 1999, 118.00 están en edad laboral, es decir, cuentan con más de 16 años y están en disposición de trabajar. Pero, -y aquí está la gran diferencia con los datos de población total- de los 118.000 sólo son activos -trabajan o están en paro- 42.774. ¿Dónde están los 72.500 restantes?. "No se ha hecho ningún estudio al respecto", comentaba ayer un portavoz de la consejería de Economía, hacienda y Empleo.
De esta forma, la población activa entre las personas discapacitadas es del 36,2%, lejos del 56% del total de la población valenciana, según los últimos datos de la EPA o del 44,7% del la tasa de actividad femenina, de acuerdo con la misma encuesta. El propio Martínez destacó esta situación, tras comentar el porcentaje relativamente bajo de paro entre discapacitados, al aludir que gran parte de ellos "no están en el mercado de trabajo".
Al margen de este escenario, el director general del Servef anunció una modificación de la ley de Hacienda Pública destinada a "agilizar la financiación" de las ayudas de los Centros Especiales de Empleo, unas empresas altamente subvencionadas que cuentan con plantillas en las que, al menos, el 70% de los trabajadores ha de contar con algún tipo de discapacidad. Las ayudas que presta la Administración -100% del pago de salario de la seguridad social, 50% del salario mínimo, 1.803 euros por puesto de trabajo y 12.024 euros por cada alta de trabajo estable para discapacitados- han permitido que este modelo se haya duplicado de los 73 centros de 1999, fecha en la que comenzó el programa, a 114 en 2002. De igual forma, las ayudas han crecido de 9,2 millones de euros en 1999 a los 14,6 previstos para este año por el Servef.
Al margen de esta fórmula, Sánchez comentó otras dos modalidades de integración laboral de las personas discapacidades. Una de ellas es el empleo con apoyo, en el que participan ocho entidades que el año pasado facilitaron la contratación de 95 discapacitados. En este caso instituciones (universidades, entre otras) son las que buscan empleo y colocan a los trabajadores. La tercera modalidad es la de contratación indefinida en empresas ordinarias, el principal objetivo de los responsables de Empleo, ya que es la vía más normalizada, que permitió crear 750 trabajos. En total, el año pasado fueron 3.500 los discapacitados que encontraron empleo gracias a estos conductos, según el Servef.
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