"La expansión de las grandes cajas implica una lucha muy fuerte por el mercado"
Hace apenas dos semanas presentó los resultados del Banco de Andalucía en 2002, los primeros con él al frente de la entidad filial más importante del Grupo Banco Popular. Francisco Pardo, de 55 años, que ya había ocupado puestos relevantes en el Popular (la dirección delegada en Cataluña fue su anterior cargo), relevó en abril a Francisco Fernández Dopico. La designación de este último como director general de la red comercial del Grupo Popular fue una demostración del peso del Banco de Andalucía en la tercera entidad financiera española.
Pregunta. Han aguantado un año de desaceleración económica y de desplome en la Bolsa con unos resultados positivos, un 11,5% más de beneficio que en 2001. ¿Cuál ha sido la clave para esquivar el chaparrón?
"Para nuestro banco, la mayor agresividad se nota en la fuga de directivos"
"El proyecto de expansión en Madrid está cerrado, la apuesta es Andalucía"
Respuesta. No ha habido ninguna clave especial, nuestro comportamiento ha sido el de siempre, el crecimiento es fruto del buen trabajo que venía haciéndose.
P. Lo que sí han conseguido es contener los costes.
R. Todos los años procuramos superarnos a nosotros mismos. Cada día resulta más difícil controlar los gastos de explotación. También es verdad que tenemos la suerte de estar en un grupo consolidado grande y determinados trabajos los da la casa matriz. Si se coge la memoria del Banco Popular, se pueden ver las diferencias entre los ratios del Popular y del Banco de Andalucía, cuando no hemos actuado de una manera tan especial para que haya tanta diferencia. La explicación está en que el Grupo nos presta infinidad de colaboraciones que, lógicamente, no se facturan.
P. Usted viene de Cataluña, donde hay diez cajas de ahorros y una intensa implantación de las más importantes entidades financieras, ¿ha notado diferencias en la competencia?
R. La competencia es fuerte y sagaz en todas partes, no veo diferencias. Sólo hay un matiz: cuando una caja o cualquier institución financiera empieza en una nueva plaza intenta tomar posiciones cuanto antes. Y aquí la lucha es feroz, sobre todo en precios. La expansión de las cajas grandes implica una lucha muy fuerte por el mercado, hay que fajarse mucho porque viene discutiendo precios.
P. La Caixa o Cajamadrid han prestado atención preferente en los últimos años al mercado andaluz.
R. Es un mercado con posibilidades y con una gran competencia. La Caixa en Cataluña ya está muy instalada, pero aquí tiene todavía un fuerte crecimiento por delante.
P. ¿La contestación natural a estos movimientos es aumentar la presencia del Banco de Andalucía en otras comunidades?
R. No vamos a salir de Andalucía. Nuestra actividad está aquí. Diseñamos un proyecto en la zona industrial de Madrid, donde hay mucho andaluz, y está saliendo francamente bien, pero nuestro plan de expansión se centra en Andalucía.
P. ¿Y Cataluña? Allí también hay mucha población de origen andaluz.
R. Es cierto que se habló de ir a Cataluña hace un par de años, pero para este año no vamos a salir ni a Cataluña ni a ningún otro lugar de España. Nuestro plan de expansión este año está en Andalucía.
P. ¿Qué repercusiones ha tenido para el Banco de Andalucía la incorporación a su mercado natural de nuevas entidades financieras?
R. Para nuestro banco, la mayor agresividad, lamentablemente, se nota en la fuga de directivos. La expansión de alguna caja está basada en recurrir a directivos de la banca, y especialmente a los del Grupo Popular. Van con descaro a hacerles planteamientos para contratarles.
P. ¿Y qué hacen para evitarlo?
R. A nosotros nos hace esforzarnos más, seguir seleccionando bien. No cabe más que ser respetuosos y justos, pero seguimos con nuestra política.
P. Esa mayor competencia, ¿se ha notado en algún sector en especial?
R. No hay un sector específico; la presión, especialmente de las cajas, está basada exclusivamente en precios. Nosotros hemos tomado una parte de su mercado inmobiliario; no puedo decir que nos quiten, el mercado está para todos. A mí no me asusta competir, pero si viene un señor y plantea precios que no son alcanzables, pues naturalmente no sigo. Y ahí sí que están actuando con una cierta agresividad.
P. ¿Tienen algún plan para comprar participaciones industriales?
R. No, de ninguna clase. Por filosofía, el Grupo Popular no tiene prácticamente nada, sólo alguna inversión puntual. Pero el Banco de Andalucía nada, y vamos a seguir con esa filosofía.
P. En 2002, la inversión crediticia del Banco de Andalucía creció un 18%, fundamentalmente en préstamos hipotecarios, ¿prevé algún riesgo por un posible pinchazo en la burbuja inmobiliaria?
R. No tenemos en mente ese tipo de reflexiones. Quizá nos convendría entrar más en la pequeña y mediana empresa y en el cliente particular. Manteniendo el impulso en el mercado hipotecario, nos conviene crecer en otros sectores.
P. El año pasado se cerraron siete oficinas en Andalucía y se abrieron seis en Madrid, ¿se va a seguir esa línea?
R. El proyecto inicial de expansión en Madrid está cerrado. Ahora, en 2003, la expansión se centra en Andalucía. Ayer mismo abrimos una oficina urbana en Marbella. No sabemos aún cuantas abriremos, hay cinco muy definidas, pero hasta que no tengamos los locales no se pueden asegurar. La apuesta del Banco de Andalucía es Andalucía.
P. ¿Las nuevas oficinas se abrirán en núcleos urbanos en detrimento de las zonas rurales?
R. No va a haber ninguna readaptación.
P. ¿Cree que el sistema financiero andaluz está politizado?
R. No sabría valorarlo.
P. Pero la relación del poder político con las cajas de ahorros, ¿les perjudica en algún sentido?
R. No. Nuestra relación con el sector público es absolutamente fluida, nos entendemos muy bien con los ayuntamientos y la comunidad.
P. Y las noticias sobre la póliza millonaria en favor del presidente de Cajasur, ¿qué le parecen?
R. Tengo que ser respetuoso con todos, prefiero no opinar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.