El triunfo del modelo mixto

Hace unos años se pensaba que Internet acabaría con la formación tradicional en las empresas y reduciría esta partida de los presupuestos empresariales. La revolución se ha quedado en conato y hoy las grandes empresas españolas apuestan por un modelo mixto que saca partido de la tecnología sin renunciar a los contenidos. Y, claro, con ahorros más modestos.

El año pasado se detectó un parón en las ventas de infraestructuras, mientras crecía la de contenidos y, sobre todo, servicios

El año pasado fue duro para el sector del e-learning (formación a través de Internet) en España. La mala evolución de la economía hizo mella en los presupuestos que las grandes empresas destinan a formar a sus empleados. Se paralizaron proyectos y otros no llegaron a ponerse en marcha. Incluso quebraron algunos proveedores.

A pesar de ello más de 50.000 trabajadores recibieron formación a través de la red en el periodo 2000-2001, según un estudio de la Escuela de Organización Industrial (EOI). Las 30 empresas agrupadas en APel, que venden infraestructuras, contenidos y servicios y suponen el 70% del mercado, facturaron 45,1 millones de euros en 2002.

El sector crece a buen ritmo, si bien menor del esperado y está en pleno proceso de reorganización. "Es la historia del boom anunciado que nunca aparece", resume Alfredo Fernández, director de desarrollo de la EOI. Las escuelas de negocios son uno de los protagonistas del sector, en el que se mezclan empresas especializadas en tecnología, como IBM; formación, grandes consultoras e instituciones educativas. Tiene sentido porque una de las lecciones que éste ha aprendido en los últimos tiempos es que la tecnología no es milagrosa. "Hace unos años lo más importante era tener una plataforma [tecnológica], ahora es el momento de los contenidos", resume Julián Trigo, del Instituto de Empresa, que ha creado una empresa específica (ielearning.net) para explotar este segmento del mercado de la formación por la que han pasado 3.000 directivos.

El año pasado APel detectó un parón en las inversiones en infraestructuras, que aún supone el 21% del total del sector, y un incremento de la venta de contenidos y, sobre todo, de servicios.

Hay otras lecciones aprendidas. En los momentos de la euforia del e-learning muchas grandes empresas "se gastaron el dinero alegramente", resume un directivo. El responsable de la EOI concluye que "se ha puesto poca atención en los aspectos docentes".

La resaca de esa euforia ha sido una despedida a la formación 100% online, salvo para temas básicos, como idiomas o aplicaciones de oficina (procesador de textos, hoja de cálculo, etc). La tendencia en boga hoy es lo que llaman blended learning (enseñanza mixta), que combina el uso de Internet con las clases presenciales, con su profesor y normalmente en grupo. "Siempre fue así, pero muchas empresas no lo habían descubierto", subraya José Ignacio Díez, consejero delegado de la consultora Fycsa.

La apuesta por este modelo ha rebajado los ahorros espectaculares que prometía el nuevo canal de formación. La parte online, sin embargo, sigue teniendo un peso específico claro en el modelo, lo que permite mantener ciertos ahorros en costes indirectos, como alojamiento, manutención o viajes del personal formado. "Es un modelo más caro que el 100% online, pero más barato que el presencial", subraya Julián Trigo del Instituto de Empresa, quien asegura que la rebaja puede llegar al 40%.

Otra consecuencia de esta segunda ola es que las empresas ya no piensan en este tipo de formación sólo como una forma de ahorra costes, coinciden los directivos del sector. Esto tiene una doble consecuencia: se buscan proveedores capaces de garantizar una solución tecnológica con un contenido adecuado y ya no se compite sólo por precio. Así a los grandes concursos suelen presentarse de la mano socios tecnológicos y docentes.

Optimismo para este año

La previsión para este año es optimista. Las grandes empresas, con miles de empleados y decenas de oficinas, son las que más partido pueden sacarle a esta herramienta y siguen incorporándola a sus programas. Empresas como AENA, Telefónica, BBVA, que invertirá este año 1,2 millones de euros, o Iberdrola, siguen haciendo apuestas fuertes, según distintas fuentes del sector.

"Las pequeñas y medianas también se están animando", asegura Pablo Collado, de Santillana Formación, gracias en parte a las subvenciones. Y la crisis ha abierto una nueva línea de negocio, ya que algunas compañías han empezado a externalizar sus programas de formación en red. No será la explosión de la que se habló hace unos años, coinciden los consultados, pero la tecnología se ha consolidado como un canal efectivo para formar a los empleados. Lo que cambia es la forma de utilizarlo.