Japón se resiste a la recesión
El país crece inesperadamente un 0,5% en el último trimestre de 2002
La economía de Japón creció un 0,5% en el último trimestre de 2002 y un 0,3% en todo el año pasado. El porcentaje, a pesar de ser dos décimas inferior al del tercer trimestre, ha supuesto un alivio para el Gobierno porque el dato que se esperaba era mucho peor. Lo cierto es que el tirón de las exportaciones, que crecieron un 4,5%, ha salvado, de momento, a Japón de entrar en recesión.
El aumento del PIB en el cuarto trimestre sorprendió al Gobierno y los analistas, que esperaban un decrecimiento del 0,4%
En el conjunto de 2002, la economía del archipiélago creció un 0,3% en comparación con el año anterior. A este dato se añade el hecho de que el producto interior bruto (PIB) de Japón creció un 0,5% en el cuarto trimestre de 2002 respecto al trimestre anterior, lo que supone una ralentización tras el crecimiento del 0,7% del tercer trimestre, pero una progresión del 2% en tasa anualizada, según los datos anunciados por el Gobierno.
Los datos del último trimestre difieren notablemente de las previsiones de los analistas, que apuntaban a un descenso del 0,4% del PIB en el último trimestre. Así que el Gobierno japonés respiró aliviado al conocer, y sorprenderse, de que la economía había crecido en el último trimestre de 2002. Con ello se alejaba, de momento, el fantasma de la recesión, la cuarta en la que hubiese entrado el país en el último decenio. Técnicamente, un país entra en recesión tras registrar dos trimestres consecutivos de decrecimiento económico.
Las exportaciones fueron responsables, según los datos oficiales, de más de la mitad del porcentaje de expansión económico registrado en el cuarto trimestre. Las ventas externas aumentaron un 4,5% y casi todo este incremento se produjo en los últimos dos meses, justamente después de que se normalizara la actividad de los puertos estadounidenses tras la huelga que los paralizó en octubre.
Además, los gastos de consumo privados, que incluyen los de los individuos y las organizaciones con fines no lucrativos y representan casi el 60% del PIB, crecieron un 0,1% en el último trimestre respecto al tercero a pesar de los temores suscitados por el descenso de los salarios y la subida del paro.
Las inversiones de la empresas en fábricas y equipamientos también contribuyeron a impulsar el crecimiento, aunque los economistas advierten de que las compañías estaban más preocupadas en reducir sus deudas. Así, los gastos de inversión crecieron un 1%. Los gastos en vivienda tuvieron un impacto negativo, al caer un 0,9% y las inversiones públicas cayeron un 0,5%. A pesar de que estos datos superaron claramente las previsiones de los analistas, el Ejecutivo japonés se mostró prudente. El secretario general del Gobierno, Yasuo Fakuda, declaró que "a fin de cuentas, la economía sigue manteniéndose", pero los responsable gubernamentales no son "totalmente optimistas".
Es cierto que Japón ha esquivado la recesión pero no significa que no la sufrirá. Para empezar, aunque el dato del último trimestre de 2002 no es tan negativo como se esperaba, es peor que el del trimestre anterior. Además, empresas como Honda o Toyota -cuyas ventas externas han contribuido mucho a que los datos de los últimos tres meses del año pasado no fueran tan malos- ya han informado de que sus exportaciones caerán en 2003.
Muchos empresarios japoneses ven en el dato del cuarto trimestre el principio del camino hacia la recesión. Mientras Japón no sanee su sistema financiero y persista la debilidad económica mundial, acentuada por los altos precios del crudo (Japón importa el 97% del crudo que consume), hablar de una verdadera recuperación de la economía japonesa es irreal, según los analistas.
En la Bolsa de Tokio el viernes se desató una oleada de compras tras conocerse el dato de crecimiento y el índice Nikkei cerró con un ascenso de un 1,19%, hasta los 8.701,92 puntos, un nivel que no tocaba desde hacía 13 sesiones.
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