Unos 200.000 neoyorquinos se concentran en medio de fuertes medidas de seguridad
La alcaldía de Nueva York impide que los manifestantes protesten ante la sede de la ONU
Las gélidas temperaturas de Nueva York no enfriaron los ánimos de las casi 200.000 personas, el doble según los organizadores, que ayer se manifestaron contra la guerra. Las protestas, que por decisión de la alcaldía no pudieron celebrarse ante la sede de Naciones Unidas, desbordaron los cordones policiales y brotaron espontáneamente por todos los rincones de una ciudad en máxima alerta contra posibles ataques terroristas. El movimiento pacifista también se expresó, en menor número, en ciudades como Chicago, Miami, Filadelfia, Seattle, Detroit y Los Ángeles.
"Es increíble que no nos hayan dejado manifestarnos ante la ONU", se queja Blaine Roberts, diez calles más arriba del edificio. "Espero que esto salga en los medios. Que se sepa que este país no está a favor de la guerra".
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