Los 'escudos humanos' llegan a Irak

El primer grupo de la asociación Escudos Humanos ya está en Bagdad. El grupo pidió ayer al ex presidente surafricano y símbolo de la lucha por los Derechos Humanos, Nelson Mandela, que se una a ellos en sus acciones de protesta. "Necesitamos su voz para alentar a las familias normales. Su presencia en Bagdad permitirá que esas familias crean que juntos podemos parar la guerra", escriben en su carta los portavoces de esta asociación espontánea que ha partido de varios lugares del mundo para mostrar su condena a una guerra contra Irak.
"Somos ya 15 personas y bastantes más están en camino", anunció ayer Roberta Taman a los numerosos periodistas acreditados en Bagdad. Once italianos, dos canadienses, un turco y un español llegaron el pasado martes a la capital iraquí tras dos semanas de viaje en sus propios vehículos. "Entre nosotros hay un agricultor, un médico, un pintor, un jardinero, un escritor, dos pequeños empresarios, dos profesores, madres, abuelas, un padre y un hijo", explicó esta canadiense, resaltando su independencia.
El único español se unió a la caravana en Estambul (Turquía), adonde había llegado desde Río de Janeiro (Brasil), en cuya universidad trabaja de profesor desde 1996. "Oí la iniciativa de la organización británica Trust, Justice and Peace (Confianza, Justicia y Paz) y decidí acudir a la cita", explicó a este diario.
"No, no estoy dispuesta a morir, no quiero ser una mártir, tengo una gran familia y espero volver pronto a casa", respondió Taman a preguntas de los periodistas. La portavoz reconoció que aún no tienen un plan de acción definido. Entre los activistas hay distintas opiniones sobre lo que significa ser un escudo humano y no todos pretenden instalarse físicamente en lugares sensibles. "Para muchos se trata de un gesto simbólico de rodear a Irak con nuestros brazos, de ser embajadores de la paz", dijo.

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